Es Tiempo de Conectar, abril 020

Buenas noticias para cada hogar, cada negocio y para todo el mundo.

«Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito sobre toda creación… por medio de él fueron creadas todas las cosas, en el cielo y en la en la tierra… haciendo la paz mediante la sangre que derramó en su cruz.» (Colosenses 1:15, 20)

«Ha resucitado! No está aquí.» (Marcos 16:6)

La resurrección de Jesús es la noticia más increíble que el mundo haya escuchado jamás. No es sólo una historia para la élite, los eruditos o aquellos que tienen poder religioso. Es una historia que transforma las vidas de los pescadores a orillas del Mar de Galilea, de los panaderos que amasan la masa en las primeras horas de la mañana, de los alfareros que dan forma a las vasijas en sus talleres, de los tejedores que crean patrones en sus telares y de los comerciantes que preparan sus productos para el mercado.

La resurrección de Jesús, el primogénito de toda la creación y ahora Rey resucitado, es una buena noticia para todos. Es una historia de triunfo de la vida sobre la muerte, un recordatorio de que el amor de Dios llega a todos los rincones de la creación.

Las familias obreras de Galilea entendían el aprendizaje como parte de su vida cotidiana. Los pescadores eran aprendices de sus padres; los panaderos aprendían su oficio de manos expertas; y los alfareros moldeaban la arcilla bajo la guía de maestros. No se trataba sólo de adquirir conocimientos, sino de practicar, fallar, volver a intentarlo y, finalmente, convertirse en expertos en su oficio.

Como seguidores de Jesús, somos aprendices en el camino de la resurrección. La resurrección corporal de Jesús nos recuerda que Dios se preocupa por cada parte de la creación: no solo nuestras almas, sino también nuestros cuerpos, nuestro trabajo y nuestras comunidades. Nos invita a vivir como practicantes de su reino, llevando la buena noticia a nuestra vida diaria.

Cuando las mujeres encontraron la tumba vacía, fueron las primeras aprendices de esta nueva forma de vida. Tenían miedo, pero estaban asombradas, y llevaron el mensaje del Rey resucitado a los discípulos. Ese mensaje ha viajado desde los círculos más íntimos de Jerusalén a cada mercado y hogar donde hoy se ensalza el nombre de Jesús.

El Rey Resucitado: Primogénito de toda la creación
La resurrección de Jesús es más que un milagro aislado: es la piedra angular de nuestra fe. Pablo escribe en Colosenses 1:15-20 que Jesús es el primogénito de toda la creación. Esto significa que, a través de su resurrección, Jesús comenzó una nueva creación. Derrotó a la muerte y al pecado, no sólo para sí mismo, sino para todos los que lo siguen. 

Esta verdad habría resonado profundamente en los hogares de los artesanos y comerciantes galileos. Ellos entendían las primicias: la primera porción de una cosecha ofrecida a Dios como señal de lo que estaba por venir. Jesús, como el primogénito de entre los muertos, es la primicia de la vida de resurrección, prometiendo que nosotros también seremos resucitados con Él (1 Corintios 15:20-23).

Imaginemos que este mensaje se transmite en medio del bullicio de un mercado o en una mesa llena de gente: “ ¿Escuchaste? Jesús, el maestro de Nazaret, fue crucificado, ¡pero está vivo! Encontraron la tumba vacía, y sus seguidores dicen que es el Rey de reyes, resucitado para traer nueva vida”.

En las panaderías, los talleres de alfareros y los hogares de los tejedores , esta noticia transformó corazones y vidas. La resurrección dio sentido al trabajo y a la vida cotidiana, mostrando que cada parte de la creación está siendo redimida y restaurada bajo el gobierno de Jesús .

Como aprendices de Jesús, estamos llamados a practicar la vida de resurrección. La vida de resurrección, arraigada en la resurrección corporal de Jesucristo, significa la irrupción de una nueva creación (un segundo Adán, una segunda oportunidad) en el presente, remodelando la existencia diaria del creyente con esperanza escatológica y propósito transformador. Esta realidad teológica afirma que a través de la fe y la unión con el Cristo resucitado, podemos participar en la renovación de todas las cosas, tanto ahora como en la era venidera. 

La resurrección corporal de Jesús nos mostró que su reino no se limita a una clase o grupo de personas. Alcanza a los vulnerables, los pobres, la clase trabajadora, los comerciantes, los artesanos y a la élite por igual. Transforma hogares, tiendas y mercados en lugares de adoración y reconciliación.

Puntos claves
Jesús es el primogénito de toda la creación: Su resurrección marca el comienzo de una nueva vida para todos los que creen en Él.

Buenas noticias para cada rincón de la vida: La resurrección no es sólo para los espacios religiosos: transforma el trabajo diario, las relaciones y las comunidades.

El aprendizaje se convierte en práctica: Como seguidores de Jesús, pasamos de aprender sobre la vida de resurrección a practicarla en la forma en que vivimos y amamos a los demás.

Reflexión
El Rey resucitado ha traído nueva vida a cada parte de la creación. ¿Cómo puedes practicar la vida de resurrección en tu rutina diaria? ¿Cómo pueden tu trabajo y tus relaciones reflejar la esperanza y el amor de Jesús?

Oración
Rey resucitado, Tú eres el primogénito de toda la creación, el primero de los frutos de la nueva vida. Gracias por vencer al pecado y a la muerte y por invitarnos a tu reino. Enséñanos a vivir como practicantes de la vida de resurrección, llevando tu esperanza y tu amor a cada parte de nuestras vidas.

Ayúdanos a compartir tus buenas noticias en nuestros hogares, lugares de trabajo y comunidades, para que todos puedan conocer la alegría de tu salvación. Amén.

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Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global

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