Es Tiempo de Conectar, junio 028
Cuando Dios está a la puerta
“¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, entraré y cenaremos juntos como amigos.” Apocalipsis 3:20.
Todos recordamos ciertos días que marcaron nuestras vidas: el nacimiento de un hijo, una pérdida, un nuevo trabajo, una despedida. Pero hay un día aún más importante: el día que Dios tocó a mi puerta.
Un momento que marcó un antes y un después, lo recuerdo vívidamente, no fue dramático ni acompañado de luces del cielo, pero fue real. Dios se hizo presente, me dio una paz que nunca había experimentado y mi alma lo supo.
¿Cómo toca Dios a la puerta?
Dios no irrumpe, Él toca, y lo hace de muchas maneras:
A veces en una conversación,
En una enseñanza que parecía hablarnos directamente,
En una crisis, En una canción, en una oración de la abuela, en una noche de soledad.
No siempre lo reconocemos al instante, pero hay un momento en que su presencia es inconfundible.
Abrir la puerta es una decisión personal
El texto de Apocalipsis 3:20 no está dirigido a “los perdidos” como muchos piensan. ¡Está dirigido a la iglesia! A creyentes que, sin darse cuenta, habían dejado a Jesús afuera.
Es fácil dejar a Jesús afuera, muchos cristianos lo hacemos constantemente. Cuando emprendemos iniciativas sin consultarle, cuando luchamos solos, cuando oramos.
Me ha pasado que hago planes que me parecen muy buenos pero no consulto a Dios en oración y Dios se queda, como mirándome desde el cielo, y como que dice, este me va preguntar ¿qué opino? Yo soy el único que sé el futuro.
Esto nos recuerda que no basta con conocer de Dios sino hay que dejarlo entrar. Y no dejarlo a la entrada, sino que entre a cada rincón: que entre a la familia, a las emociones, al pasado, a los miedos, al futuro.
Pero Dios no quiere que le visitemos ocasionalmente o que le oremos una sola vez, Él quiere participar, quiere comunión permanente. Quiere cenar contigo, quiere compartir la vida.
¿Puedes creer que Dios, creador de todo, con poder y sabiduría sin límites, quiere ser parte de tu vida?
“¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios!” Salmo 46:10
«Quédense quietos» no solo implica inmovilidad física, sino también un estado de calma y confianza en Dios, reconociendo su soberanía y poder.
«Quédense quietos,» en hebreo, la palabra original sugiere cesar la lucha, el esfuerzo propio, y descansar en la presencia de Dios. Implica dejar de lado la ansiedad, la preocupación y la necesidad de control, confiando en que Dios está obrando.
«Sepan que yo soy Dios»: Esta parte enfatiza la importancia de reconocer y experimentar la realidad de Dios como el Creador y Soberano. Es un llamado a la fe y a la confianza en su poder y amor.
Algo pasa cuando le abrimos y lo dejamos entrar pues cuando abrimos, Él entra con su paz, con su verdad, con su sanidad y no entra con reproches, sino con amor. No para señalar lo roto, sino para restaurarlo.
Ese día se convierte en el verdadero comienzo. el antes y el después. El momento en que dejamos de huir, y empezamos a caminar con Él.
Preguntas cruciales
¿Recuerdas claramente el momento en que Dios tocó a tu puerta por primera vez?
¿Estás manteniendo la puerta abierta, o la has vuelto a cerrar en algunas áreas de tu vida?
¿A quién conoces que necesita saber que Dios también está tocando a su puerta?
Dios sigue tocando, lo hace todos los días, no con fuerza, sino con ternura, la pregunta es: ¿la escuchas?
Y si ya le abriste alguna vez ¿sigues compartiendo la mesa con Él?
Oración:
Señor Jesús, gracias por tocar a la puerta de mi corazón. Gracias por buscarme incluso cuando yo no te buscaba. Hoy quiero abrirte no solo un espacio, sino toda mi vida. Entra y transforma lo que tengas que transformar. Quiero conocerte, escucharte y vivir cada día contigo. Amén.
Te animamos a que dones en el siguiente enlace https://conectarglobal.org/donaciones/ . Así nos apoyarás a seguir con este hermoso servicio de llegar a muchas más personas.
Y que hagas uno de nuestros cursos en www.conectarglobal.org que son sin costo alguno.
Escrito y narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global