Dios es Justicia

Devocional diario julio 09

Dios es Justicia 

La justicia es uno de los atributos de Dios. 

No es que Dios sea justo, Él es la justicia misma.  

Uno de sus nombres en la Biblia es Tsidkenú que significa “Dios es justicia.” 

La justicia produce paz y consuelo. Por otro lado, el enemigo es el Acusador. Él nos acusa a nosotros frente a Dios, pero también acusa a Dios frente a nosotros. Nos quiere hacer creer que Dios no es justo en algún aspecto de nuestra vida. Y es que a veces nuestra mente no puede comprender los designios de Dios. En este tiempo de tu justicia, en este tiempo de oportunidad, confiemos siempre en Dios. 

Vamos a ver la justicia de Dios en el cielo, pero también aquí en la tierra.

¡Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán! 

El hombre juzga basado en normas temporales; la justicia de Dios está basada en principios eternos e inalterables. Dios juzga basado en su Palabra que es eterna, el hombre en la moral de la época, o en las circunstancias. 

El hombre juzga las acciones, pero Dios también mira las intenciones o motivaciones del corazón. 

1 Samuel 16:7

“Porque El Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que esta delante sus ojos, pero El Señor mira el corazón”. El hombre juzga por las apariencias, Dios no: Jesús nos advierte evitar esas normas. Juan.7:24 “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”. 

Los hombres podemos ser injustos al ser manipulados o forzados, por desconocimiento de algún hecho, por interés, por temor, por soborno; en cambio Dios no. 

Dios nos promete que nada de lo que hagamos quedará sin recompensa, ni siquiera un vaso de agua que le demos a alguien. Él podría habernos mandado a hacer las cosas porque es Su voluntad y ya; sin embargo, le ha placido concedernos recompensas. Y esto es expresión de Su justicia, Él dice: “Dad (y luego te promete una recompensa) y se os dará…” No dice: “Sírveme porque es bueno servir. Dice: “Si alguno me sirviere…mi Padre le honrará.” Juan.12:26b  

Dios es recompensador. Él galardona a quienes lo buscan, si tú le sirves tu recompensa será mayor. 

Mardoqueo es un personaje de la Palabra de Dios, era el primo y padre adoptivo de la Reina Ester. 

Ester 2:21-23

En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero. Cuando Mardoqueo entendió esto, lo denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. Se hizo investigación del asunto, y fue hallado cierto; por tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue escrito el caso en el Libro de Crónicas del rey.”

Ester 3:1

“Después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él.” 

La clave de este versículo es “después de estas cosas”. Es decir, Mardoqueo hizo algo bueno a favor del rey, lo máximo que alguien podía hacer por un rey era salvarle la vida; sin embargo, en el verso siguiente el rey no honra a Mardoqueo, sino a Amán, su enemigo y enemigo de los judíos. ¿Cómo puede haber hecho esto el rey? Llama la atención, porque en este libro representa a Dios. Sin embargo, Dios todo lo hace con un motivo.  

El Señor te dice hoy, no te impacientes si has visto al impío ser levantado, mantenerse en una posición de autoridad, tu confía en mí. Yo soy tu justicia, yo te daré tu recompensa. 

Luego como Mardoqueo no se arrodillaba frente a Amán, ni se humillaba delante de él, éste se llenó de ira y quiso destruirlo; y no sólo a él sino a todo su pueblo Israel. Hasta planeó una horca para asesinarlo. Es más, parecía que el rey estaba de parte de Amán, porque hasta firmó un edicto contra los judíos. (Ester 3:8-11)  

A veces vemos a Dios obrar de manera que nos sorprende, realmente no lo podemos entender humanamente. Pero en esos momentos debemos de guardar nuestro corazón, y confiar más en la Biblia que en lo que aparentemente ven nuestros ojos o perciben nuestros sentidos. Porque todo en Dios tiene un propósito. 

Ester 6:1-3

“Aquella misma noche (¿Cuál noche? La noche en que Amán había construido la horca para Mardoqueo) se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia.  

Entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que habían procurado poner mano en el rey Asuero.  

Y dijo el rey: ¿qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él.”  

Hoy Dios está leyendo en sus crónicas, todo lo que has hecho en secreto y vas a ser  recompensado en público porque llegó tu hora de la justicia divina. 

Hoy Dios dice: ¿Que bendición recibió mi hijo por lo que ha hecho? (Él está recordando en este momento las cosas que tú has hecho que son argumentos a tu favor). 

Ester 6:6-9

“Entró pues Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey honrar más que a mí?  

Y respondió Amán al rey: Para el varón cuya honra desea el rey, traigan el vestido real de que el rey se viste, y el caballo en que el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza; y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.” 

Aquí vemos el sentir del envidioso. Quería para sí mismo exactamente lo que tenía el rey. Así es el diablo de igualado.  

Pero hay algo interesante: Yo creo que Mardoqueo nunca hubiera pedido esto para él, ya que era un hombre humilde.  

¿Cómo es que llegaría a disfrutarlo? Porque Amán había anhelado esto para sí. Es decir, Amán tuvo que ser encumbrado momentáneamente para que esta bendición la pudiera recibir nada menos que Mardoqueo. ¿Me entienden? El tamaño de su enemigo determinó el tamaño de su bendición. 

A veces vemos exaltadas personas y francamente no entendemos lo que está haciendo el Señor, pero detrás de cada una hay una jugada del ajedrez de Dios para que un justo al final reciba lo que nunca se le hubiera ocurrido ni en sueños.  

No en vano la Palabra dice en Pr.13:22 “La riqueza de los pecadores está guardada para el justo.” 

Ester 6:10-11

“Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa. (La bendición viene de prisa) toma el vestido y el caballo, como tú has dicho hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta real.  

La puerta real es la antesala del turno. La Puerta Real es Jesús. ¿Estás en comunión con Él? ¿Estás entado a la Puerta Real? 

No omitas nada de lo que has dicho. (Repite para ti mismo: La bendición viene completa)  

Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo. (Incluye cambio de vestiduras para ti).  

¡Y lo condujo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.” 

Y Mardoqueo, para acabar de ajustar, se quedó con la casa, los bienes y hasta con el anillo de Amán, (Ester 8:1-2) y Amán murió en la horca que había preparado para Mardoqueo. 

Ester 8:15

“Y salió Mardoqueo de delante del rey con vestido real de azul y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. La ciudad entonces se alegró y regocijó.”

Ester 10:3

“Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje.”  

No pienses sólo en ti. Dios engrandece a quienes buscan el bienestar de otros. Procura el bienestar de la gente debajo de ti. 

Recuerda Hebreos 6:10 “Porque Dios nos es injusto para olvidar vuestra obra, y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia Su Nombre, habiendo servido a los santos, y sirviéndoles aún.” 

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