Devocional diario agosto 02

Encontramos en 2 Reyes 4: 17-20 NTV:

“Efectivamente, la mujer pronto quedó embarazada y al año siguiente, por esa fecha, tuvo un hijo, tal como Eliseo le había dicho. Cierto día, el niño, ya más grande, salió a ayudar a su padre en el trabajo con los cosechadores, y de repente gritó: «¡Me duele la cabeza! ¡Me duele la cabeza!» Su padre le dijo a uno de sus sirvientes: «Llévalo a casa, junto a su madre». Entonces el sirviente lo llevó a su casa, y la madre lo sostuvo en su regazo; pero cerca del mediodía, el niño murió.”

Esta es la historia de la mujer para quien el profeta Eliseo le cumplió un milagro que se encontraba en lo profundo de su corazón y que ni ella sabía, y era el deseo de tener un hijo, pero este niño cuando creció murió.

De repente al igual que la mujer, estás pasando por situaciones que no tienen sentido, complicadas y difíciles como la de esta mujer.

Dios utiliza las dificultades para preparar gente común para un destino extraordinario.

Pero vengo a decirte que ha llegado el tiempo de la canción para tu vida, que no importa lo que estés pasando, Dios quiere cambiar tu lamento en baile.

2 Corintios 2:14 NTV dice:

“Así que, ¡gracias a Dios!, quien nos ha hecho sus cautivos y siempre nos lleva en triunfo en el desfile victorioso de Cristo. Ahora nos usa para difundir el conocimiento de Cristo por todas partes como un fragante perfume.”

Dios quiere que a partir de ahora camines de triunfo en triunfo, que te conviertas en un victorioso.

Juan 3 :8 NTV dice:

“El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento pero no sabes de dónde viene ni adónde va, tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu.”

Cuando el Espíritu Santo nos guía, es cuando somos llevados en triunfo.

El Espíritu Santo nos asocia en su triunfo porque nuestras victorias no son nuestras sino de Él. Dios no quiere que yo fracase, Él quiere que vaya en victoria y por eso necesito del Espíritu Santo.

Volvamos a la historia de la sunamita.

En 2 Reyes 4:22-30 NTV:

“Después le envió un mensaje a su esposo: «Mándame a uno de los sirvientes y un burro para que pueda ir rápido a ver al hombre de Dios y luego volver enseguida».
¿Por qué ir hoy? preguntó él. No es ni festival de luna nueva ni día de descanso.
Pero ella dijo: No importa.
Entonces ensilló el burro y le dijo al sirviente: «¡Apúrate! Y no disminuyas el paso amenos que yo te lo diga». Cuando ella se acercaba al hombre de Dios, en el monte Carmelo, Eliseo la vio desde lejos y le dijo a Giezi:
«Mira, allí viene la señora de Sunem. Corre a su encuentro y pregúntale: “¿Están todos bien, tú, tu esposo y tu hijo?”». «Sí contestó ella, todo está bien».
Sin embargo, cuando ella se encontró con el hombre de Dios en la montaña, se postró en el suelo delante de él y se agarró de sus pies. Giezi comenzó a apartarla, pero el hombre de Dios dijo: «Déjala. Está muy angustiada, pero el Señor no me ha dicho qué le pasa».
Entonces ella dijo: «¿Acaso yo te pedí un hijo, señor mío? ¿Acaso no te dije: “No me engañes ni me des falsas esperanzas”?». Enseguida Eliseo le dijo a Giezi: «¡Prepárate para salir de viaje,[a] toma mi vara y vete! No hables con nadie en el camino. Ve rápido y pon la vara sobre el rostro del niño».
Pero la madre del niño dijo: «Tan cierto como que el Señor vive y que usted vive, yo no regresaré a mi casa a menos que usted venga conmigo». Así que Eliseo volvió con ella.”

Ella no habló con nadie de su desgracia, no se puso a quejarse, ni a lamentarse, tampoco se llenó de amargura, ella fue en busca del profeta y no disminuyó el paso hasta encontrarlo y cuando lo encontró no quiso moverse a menos que él la acompañe.

Que tu necesidad provoque más hambre por Su presencia que por lamentarte.

No hay fracaso cuando Él te lleva, caminas triunfante cuando:

1. El Espíritu Santo es el que trae la voz de Dios a tu corazón.

2 Reyes 4:32-36 NTV

“En efecto, cuando Eliseo llegó, el niño estaba muerto, acostado en la cama del profeta. Eliseo entró solo, cerró la puerta tras sí y oró al Señor. Después se tendió sobre el cuerpo del niño, puso su boca sobre la boca del niño, sus ojos sobre sus ojos y sus manos sobre sus manos. Mientras se tendía sobre él, ¡el cuerpo del niño comenzó a entrar en calor! Entonces Eliseo se levantó, caminó de un lado a otro en la habitación, y se tendió nuevamente sobre el niño. ¡Esta vez el niño estornudó siete veces y abrió los ojos!

Entonces Eliseo llamó a Giezi y le dijo: «¡Llama a la madre del niño!». Cuando ella entró, Eliseo le dijo: «¡Aquí tienes, toma a tu hijo!»”

Mientras el Espíritu Santo no ponga aliento no hay vida. Giezi sabía hacer las cosas pero no tenía al Espíritu Santo.

Hay quienes son muy buenos haciendo cosas, pero no está el Espíritu en lo que hacen.

2. Cambia tu apariencia

Hechos 3:3-6 NTV dice:

“Cuando el hombre vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió dinero. Pedro y Juan lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: «¡Míranos!». El hombre lisiado los miró ansiosamente, esperando recibir un poco de dinero, pero Pedro le dijo:

«Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!”

Ellos tenían un semblante diferente.Tu aspecto cambia, tu manera de hablar inspira a otros a tener fe.

3. Habrá multiplicación.

Hechos 4:31 NTV:

”Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios.”

4. Tendré un nuevo compañero

Hechos 5:32 NTV dice:

“Nosotros somos testigos de estas cosas y también lo es el Espíritu Santo, dado por Dios a todos los que lo obedecen.”

5. Seré promovido por el Espíritu Santo.

Hechos 6:3, 5-6 NTV:

“Por lo tanto, hermanos, escojan a siete hombres que sean muy respetados, que estén llenos del Espíritu y de sabiduría. A ellos les daremos esa responsabilidad. A todos les gustó la idea y eligieron a Esteban (un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo), a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás de Antioquía (quien anteriormente se había convertido a la fe judía). Estos siete hombres fueron presentados ante los apóstoles, quienes oraron por ellos y les impusieron las manos.”

6. Habrá una nueva visión

Hechos 7:55 NTV:

“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios.”

No veas la oposición sino al Dios de lo invisible en medio de tu situación.

7. Cambiará mi velocidad

Hechos 8:27 NTV:

“Entonces él emprendió su viaje y se encontró con el tesorero de Etiopía, un eunuco de mucha autoridad bajo el mando de Candace, la reina de Etiopía. El eunuco había ido a Jerusalén a adorar.” Corre sin miedo que el triunfo te espera

8. Seremos prosperados

Hechos 9:31 NTV

“La iglesia, entonces, tuvo paz por toda Judea, Galilea y Samaria; se fortalecía y los creyentes vivían en el temor del Señor. Y, con la ayuda del Espíritu Santo, también creció en número.”

9. Serán tumbadas mis tradiciones

Hechos 10:28 NTV

“Pedro les dijo: —Ustedes saben que va en contra de nuestras leyes que un hombre judío se relacione con gentiles o que entre en su casa; pero Dios me ha mostrado que ya no debo pensar que alguien es impuro o inmundo.”

Si Su presencia no va contigo no te muevas. Dios no se va a dar por vencido hasta que todo tu ser se rinda a Él. Vas a encontrar su amor cuando rindas tu corazón a Él.

Deja que el Espíritu Santo sea el capitán de tu destino.

2 Reyes 4:37 NTV

“Ella cayó a los pies de Eliseo y se inclinó ante él llena de gratitud. Después tomó a su hijo en brazos y lo llevó abajo.”

La sunamita tocó el cielo cuando sus rodillas tocaron el suelo y expresó su agradecimiento a Eliseo.

Hoy encuentra vida rindiendo la tuya delante del Espíritu Santo y toca el cielo haciendo que tus rodillas toquen el suelo.