Devocional diario agosto 03
Comprometidos con Dios
En Daniel 1:8 dice:
“Sin embargo, Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino dados por el rey. Le pidió permiso al jefe del Estado Mayor para no comer esos alimentos inaceptables.”
Vivimos en un mundo donde muchas personas quieren éxito pero no quieren comprometerse con el esfuerzo.
Quieren prosperidad pero sin el compromiso de tener un trabajo. Quieren tener sexo pero sin el compromiso del matrimonio.
Pero hay algo que debemos entender y es que la Biblia nos enseña que Dios bendice, prospera y levanta a aquellos que están comprometidos.
Hubo un hombre que puso su compromiso con Dios por encima de todo y de todas.
Si vas a comprometerte con algo que no sea con tus deseos egoístas, sino con Dios. Dios bendice cuando estamos comprometidos con Él.
Cuando tú te comprometes con Dios, Dios se compromete contigo.
Cuando tú te ocupas de los asuntos de Dios, Dios se ocupa de todos los tuyos.
Daniel y sus amigos vivieron tiempos difíciles, su país había sido invadido, habían sido llevados cautivos pero a pesar de las circunstancias que vivían decidieron comprometerse con Dios.
La Biblia nos enseña que ellos propusieron en su corazón no contaminarse con la comida del rey…
Daniel y sus amigos tomaron esa decisión porque en primer lugar, como judíos, su ley no les permitía comer ciertos animales, pero segundo y más importante era porque la comida de los reyes paganos de esa época era primero ofrecida a sus dioses e ídolos.
Daniel y sus amigos servían y estaban comprometidos con sólo un Dios. Esta decisión le pudo haber costado la vida a Daniel y a sus amigos, pero esto nos enseña que el compromiso de ellos no era de la boca para fuera sino que era un compromiso de corazón.
El compromiso con Dios nace en el corazón.
Cuando estamos comprometidos de corazón, no nos llenamos de excusas sino que damos soluciones y buscamos oportunidades.
Cuando estamos comprometidos de corazón, no trabajamos a medias sino damos lo mejor de nosotros.
Cuando estamos comprometidos de corazón, estamos dispuestos a dar nuestro mejor esfuerzo con tal de cumplir con el propósito de Dios en nuestras vidas.
Muchas veces buscamos diferentes excusas para no comprometernos con Dios, pero si realmente queremos ver la bendición total de Dios sobre nuestras vidas, la única vía es un compromiso de corazón.
Daniel y sus amigos se comprometieron de corazón y miren lo que pasó en el versículo siguiente.
V.9: “Ahora bien, Dios había hecho que el jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel.”
Dios le dio gracia y favor a Daniel.
Muchas personas están esperando que Dios los bendiga para comprometerse con Él, pero las cosas en el Reino de Dios no funcionan así, tú te comprometes primero con Dios y después viene su gracia y su favor.
Muchas personas desean ser bendecidas por Dios, pero no entienden que con desear no es suficiente, debemos ir un paso más allá y tomar la decisión de comprometernos con Dios.
Dios bendijo, promocionó y prosperó la vida de Daniel y la de sus amigos de una manera sobrenatural. Dios honra a los que le honran.
V.10-12: “Pero le respondió: «Tengo miedo de mi señor el rey quien ordenó que ustedes comieran estos alimentos y bebieran este vino. Si se vuelven pálidos y delgados en comparación con otros jóvenes de su edad, temo que el rey mandará a decapitarme».
Entonces Daniel habló con el asistente que había sido designado por el jefe del Estado Mayor para cuidar a Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y le dijo: «Por favor, pruébanos durante diez días con una dieta de vegetales y agua.”
Nuestro compromiso con Dios será probado.
Este punto es muy importante porque vemos cómo el compromiso de Daniel fue puesto a prueba.
Muchas personas dicen estar comprometidas pero es en medio de la prueba y de la adversidad que el compromiso sale a relucir en el corazón de una persona.
Es importante mencionar que Daniel y sus amigos no eran los únicos que se estaban preparando para servir en la casa del rey; eran muchos, quizás cientos que se estaban preparando, pero vemos que sólo Daniel y sus amigos se atrevieron a comprometerse de corazón.
¿Por qué? Porque lo más fácil es pasar la vida sin hacer compromisos y ser arrastrados por la corriente.
Lo más fácil es hacer lo que los demás hacen.
Pero Daniel determinó en su corazón agradar a Dios antes que a los hombres y cuando su compromiso fue probado, él superó la prueba porque había una decisión firme en su corazón; su decisión fue sobre todas las cosas y yo voy a seguir y servir al Rey de reyes y Señor de señores, cuésteme lo que me cueste.
Hoy veo a muchas personas que no son bendecidas ni promovidas por Dios, porque no han decidido comprometerse como lo hizo Daniel.
Hay otros que tras recibir la bendición, se olvidaron de sus compromisos.
Muchos son lo que quieren la bendición de Dios pero no se comprometen en orar, no se comprometen en hacer un devocional diario, no se comprometen con venir a la iglesia.
Si quieres pasar de ser un soñador a un hacedor tienes qué comprometerte.
Daniel 1: 17- 19 dice: “A estos cuatro jóvenes Dios les dio aptitud excepcional para comprender todos los aspectos de la literatura y la sabiduría; y a Daniel Dios le dio la capacidad especial de interpretar el significado de visiones y sueños.
Cuando se cumplió el período de instrucción ordenado por el rey, el jefe del Estado Mayor llevó a todos los jóvenes ante el rey Nabucodonosor. El rey habló con ellos y ninguno le causó mejor impresión que Daniel, Ananías, Misael y Azarías. De modo que entraron al servicio real.”
Solo aquellos que se comprometen con Dios de corazón pueden alcanzar grandes cosas pues Él les da una aptitud excepcional. Se te dará sabiduría, y la capacidad especial para tener e interpretar sueños y visiones.
Causarás la mejor impresión y estarás en un lugar de honra en el que siempre debiste estar; al servicio real, en la mesa real, porque eres linaje real.