Devocional Enero 02

Devocional diario enero 02

Inicia tu año con FE

Hebreos 11 1

“La fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve”
Debemos tener la certeza de que este año será el mejor de nuestras vidas. Será un año donde la presencia
de Dios nos acompañará, donde viviremos en salud, donde saldremos de deudas, donde veremos la
provisión financiera de Dios, donde nuestra familia conocerá a Jesús y en Él nuestra boca se llenará de
gozo, de risa. Dios nos sorprenderá y nos hará reír como nunca. No importa cuáles hayan sido nuestras
circunstancias el año pasado, tenemos que empezar este año con fe y la fe hace confesiones conforme a la
Palabra de Dios.
La Palabra de Dios dice que con Cristo somos más que vencedores. Que vamos a ir de triunfo en triunfo, de
gloria en gloria y de victoria en victoria, que como nuestros días serán nuestras fuerzas, que Dios pondrá
nuestros enemigos por estrado de nuestros pies, que viviremos este año al abrigo del Altísimo y a la
sombra de un Dios que es Omnipotente y que Dios cumplirá Su propósito en nosotros. Empezar el año en
fe es confesar la Palabra y no nuestras circunstancias. Es ser positivo, optimista y no pesimista ni
depresivo. Necesitamos poner nuestros ojos en Dios y no en nuestros problemas. Ellos son nada en manos
de un Dios tan grande. Para Él, solucionar un problema nuestro es lo más fácil del mundo pero
necesitamos tener fe.
¿Cómo podemos tener más fe este año? Escuchando la Palabra de Dios, haciendo nuestro devocional
diario y buscando la presencia de Dios pues la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios.
Inicia el año trazándote metas. Solo las moscas vuelan sin planificación.
Una meta es un sueño con fecha y determinación. Las metas traen el futuro a tu presente, te ayudan a
tener dirección, confianza, seguridad, responsabilidad, respeto y mayores retos. Así como uno puede
anotar en una lista lo que tiene que hacer cada día en orden de prioridad, de igual manera debemos
anotar lo que anhela nuestro corazón hacer este año.
Cuando una persona no se traza metas desperdicia el tiempo y un día vamos a darle cuentas a Dios de
cómo hemos invertido nuestras horas, nuestros minutos y segundos. Haz que cada uno de tus días
cuenten. Salmo 90:12“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría»
La vida misma es una mayordomía, en la que tú y yo somos administradores. 

En Mateo 25 la parábola de los talentos nos enseña que no debemos perder el tiempo.
El tiempo es un capital que Dios nos ha entregado y es para usarlo de manera productiva. ¿Cuántas horas
perdemos frente a un computador o a cuánta gente podríamos estar ayudando o compartiéndole del
amor de Jesús?
Las metas nos ayudan a establecer prioridades. Tener metas te lleva a conocerte mejor porque a la hora
que priorizas, demuestras lo que consideras más importante. También las metas te empujan todos los
días a obrar. Cuando uno no tiene metas se aburre, se deprime y vive egocéntricamente. Jesús, nuestro
modelo y ejemplo, vino a la tierra con una meta que era la de salvar al ser humano muriendo por él en la
cruz y predicar acerca del Reino de Dios. Hizo ambas cosas y no se distrajo sino que se enfocó en lo que vino
a hacer. Este año enfócate en tus metas y no pares hasta conseguirlas.

Deuteronomio 30:19-20

«A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu
descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y
prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y
Jacob, que les había de dar”
No tengas miedo de oír la voz de Dios por el pecado, no temas seguir la instrucción de Dios, ni le des más
largas a seguirlo de cerca. Todos los días tenemos la decisión de seguir el camino de la bendición o el
camino de la maldición, el camino de la muerte o el camino de la vida, el camino de la amistad o el camino
de la enemistad ¿qué decidirás tu?
Algunos prolongan su devoción a Dios, pero yo te digo no esperes a que sea demasiado tarde que ya no
sientas absolutamente nada, que tu corazón se encallezca para Dios y no haya ni el más mínimo
arrepentimiento.
Decide caminar con Él HOY.
Sin importar lo que digan los demás, sin seguir las corriente de lo que otros creen.
Josué decía YO y mi casa te serviremos. ¿le preguntó a los de su casa si querían servir a Dios? No, él lo
declaró con Fe y eso es lo que tienes que hacer decidir con FE «Voy a caminar con Dios, cueste lo que cueste,
a toda costa, nada me va a sacar del camino de la vida” Jesús no estaba buscando “empleados” ni “siervos”.
Tampoco vino a formar un “club” ni una junta. VINO A BUSCAR AMIGOS y dijo en Juan 15:15 «Ya no os
llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas
las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer»
La amistad de Jesús es poderosa, aún delante del beso traidor, el puede llamar “amigo” a quien lo vendía.
Su entrega tiene el poder de borrar la desilusión que nos dejan los rastros traicioneros del hombres en
esta tierra. Cuando te haces amigo del Espíritu Santo nunca más volverás a sentirte solo.

Inicia el año con agradecimiento

Génesis 49:25 “¡Gracias al Dios de tu padre, que te ayuda! ¡Gracias al Todopoderoso, que te bendice! ¡Con
bendiciones de lo alto!”
Si queremos ver maravillas este año debemos ser agradecidos con Dios desde el primer día. Y también
darle gracias por lo que hizo en años anteriores. Si la oración te abre una puerta grande, el
agradecimiento te mantiene dentro de la habitación. La Biblia dice que al que tiene, se le dará y Dios
considera que tienes cuando agradeces. El agradecimiento es la memoria del amor y quien no agradece,
piensa que se lo merece.
«Gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes
la fragancia de su conocimiento» 2 Corintios 2:14
“Gracias a Dios” son 3 palabras que encierran el amor inmenso que un ser humano puede expresarle a su
Dios.
Hoy y todos los días de tu vida comienza agradeciendo. Si la única oración que dijeras en tu vida fuera
“Gracias” eso sería suficiente. Agradece a Dios por todo, quizá no tenemos todo lo que queremos pero
tenemos lo que Dios sabe que necesitamos.
Cícero dijo: “Un corazón agradecido no solo es la mayor de todas las virtudes, sino que es la madre de todas
las virtudes”.
Así que, dale las gracias a Dios porque estás vivo, la gratitud es una buena medida de tu salud espiritual,
sabremos qué tan bien estás con Dios por la forma en la que tu vida agradece.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que quien empieza su día agradeciendo, lo terminará
completamente sorprendido. De nada vale centrarse en los problemas, cuando somos muy afortunados
de tener a Dios de nuestro lado. Así que, agradece a Dios por la persona que eres, no te compares con otros
porque tu verdadera riqueza es tu esencia. Agradece a Dios por tu familia, por todos los seres que amas y
ves a diario. Agradecer va más allá de decir gracias, tiene que ir acompañado con una acción.
Hay acciones que dicen más que mil palabras. Tus acciones tienen que gritar más fuerte que tus palabras.
¡Gracias Dios! Porque no me merezco todo lo que me das, gracias por tu misericordia que es nueva cada
mañana, gracias porque a pesar de ser infiel tu siempre eres fiel.
Reemplaza todos tus lamentos con palabras de gratitud….pronúncialo: G R A C I A S.
«Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a
Cristo Jesús» (1 Tesalonicenses 5:18 NTV)
Las gracias anticipadas a Dios son llaves que abren los cielos delante de ti. Es un perfume de confianza en
Dios, que nos prepara para recibir cosas mayores a las que ya hemos recibido. Si pasamos nuestro tiempo
dándole gracias a Dios por las cosas buenas, no nos quedará tiempo para llorar por las malas.La gratitud
abre puertas que la ingratitud cierra. El ser agradecido te mantendrá en el círculo del favor de Dios. Pues
para Él nuestro agradecimiento tiene un valor incalculable, quien agradece siempre encontrará más
motivos para dar gracias.
Millones de motivos por agradecer, comencemos ahora mismo.