▷Pentecostés

Es Tiempo de Conectar, mayo 21

Pentecostés

«El día de Pentecostés, todos los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. De repente, se oyó un ruido desde el cielo parecido al estruendo de un viento fuerte e impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados.» Hechos 2: 1 -2

¿Cuál es el origen del Pentecostés? Es una de las fiestas anuales, una iniciativa que Dios instruyó a Moisés que se celebrará, llamada también La Fiesta de las Semanas, que en hebreo se llama Shavuot.

Dt.16:9,10: “Contarás siete semanas a partir del día en que comience la cosecha del grano. Entonces celebrarás en honor del Señor tu Dios la fiesta de las Semanas, en la que presentarás ofrendas voluntarias en proporción a las bendiciones que el Señor tu Dios te haya dado.”

Se debía celebrar 50 días después de la Pascua (semana santa) y donde el pueblo de Israel debía alegrarse y regocijarse por la primera cosecha.

En el Nuevo Testamento también celebramos con la palabra griega “Pentecostés” que significa “Cincuentavo (50) día”.

Es decir, La Fiesta de las Semanas, Shavuot o Pentecostés es LO MISMO.

Los israelitas salen de Egipto luego de celebrar la Pascua y justo 50 días después, mientras celebraban la Fiesta de Semanas, es que Moisés recibe los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí.

Hoy en día la Iglesia celebra, La Abundancia y alegría por la Primera Cosecha + La Palabra de Dios al Hombre (Revelación de Jesús) + Venida del Espíritu Santo.

Dios es trino: Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, tres en uno solo.

Nosotros tuvimos presente a Dios Padre en el Antiguo Testamento – Jehová en el principio (desde el libro de Génesis hasta Malaquías).

Luego en el Nuevo Testamento a Jesús quién entregó su vida por nosotros e hizo grandes milagros. «Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin.»

En este tiempo de la Iglesia, el Espíritu Santo es Dios con nosotros AHORA.

Juan 16:7, “Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya porque si no me fuera, el consolador, no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré.»

¿Cómo podría convenirnos que Jesús se vaya? Se aseguró de no dejarnos huérfanos, sino que envió al Espíritu Santo.

Vivir la vida sin el Espíritu Santo es imposible, estaría muerto en vida. Vivir sin Dios es una pesadilla.

¿Quién es el Espíritu Santo?

1. Es Dios.
1 Juan 5:7 «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.»

2. Es una persona.
No es una paloma, pero se le representa así, no para ser tratado como una cosa, sino para rendirle adoración. Así que, si el Espíritu Santo es Dios ¿Por qué no le adoras?

3. Tiene sentimientos.
«No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.» Efesios 4:30 NTV.

4. Es Consolador.
«Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.» Juan 14:16

5. Te habla.
«El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.» Apocalipsis 2:7.

6. Te confronta.
Sabe qué hay dentro de ti. «Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.» Juan 16:8.

7. Nuestro guía.
«Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.» Romanos 8:14.

8. Ora por nosotros.
Nos ayuda en nuestra debilidad. «Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.» Romanos 8:26.

9. Nos revela lo que va a suceder. «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.» Juan 16:13.

10. Nos da valentía y coraje.
«Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.» 2 Timoteo 1:7.

¿Qué nos va a suceder en el PENTECOSTÉS? Que seremos INVESTIDOS del PODER DEL CIELO.

Lucas 24:49, «Ahora enviaré al Espíritu Santo, tal como prometió mi Padre; pero quédense aquí en la ciudad hasta que el Espíritu Santo venga y los llene con poder del cielo.”

Hechos 1:8, “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, Judea, Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Jesús les dijo a sus discípulos que una vez fueran llenos del Espíritu Santo, ya no serían personas temerosas, ni ordinarias, porque dijo, yo me voy pero ustedes se quedan aquí para continuar mi obra; la gente conocía de los milagros de Jesús, inclusive en el infierno era conocido Jesús.

El reino de Dios no es palabras sino PODER y a ellos les faltaba algo: el PODER. Para ser los verdaderos cristianos necesitamos del Espíritu Santo y fuego.

Significa que vean a Jesús en tu vida. San Francisco de Asís dijo: predica todo el tiempo, y si es necesario usa palabras.

Hoy vas a creer no por lo que hablo sino por lo que ves, milagros van a ocurrir hoy día.

Pasos para recibir al Espíritu Santo :
1. Creer en Jesús. Jesús murió por ti, la buena noticia es el perdón de pecados.
2. Arrepentirte. ¿Te ha convencido el Espíritu Santo de tus pecados?
Dios nos da su Espíritu no porque seamos santos sino para que lleguemos a serlo. Sin su presencia es imposible llegar a serlo.
3. Anhelar recibirlo, como si tu vida dependiera de ello: donde hay hambre y necesidad, desciende la presencia de Dios.

Santiago 4:5 «¿O pensáis que la Escritura dice en vano: ¿El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?»

El Espíritu Santo te anhela más de lo que tú podrías anhelarlo.

Muchas veces pretendemos que Dios nos revele su Espíritu Santo, es decir que se muestre tal como es, pero nosotros no estamos dispuestos a desnudar nuestro corazón delante de Él.

Él te revelará su corazón mientras más le abras el tuyo, acércate y Él se acercará a ti.

Él te anhela más de lo que tú a Él.

El Espíritu Santo quiere que seas su amigo.

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