Es Tiempo de Conectar, octubre 08
Dios de Propósitos
Escuchamos que Dios tiene propósitos grandes para nuestra vida, pero ¿cómo se activan? ¿cómo se alcanzan?
Todos hacemos planes para la vida, planes tales como qué estudiar, dónde vivir, a qué escuela enviar a nuestros hijos, con quien casarme, etc.
Dios nos creó a todos con un propósito, y ese propósito da sentido a nuestra vida. Vivir dentro del designio de Dios es como tener un mapa que nos mantiene.
¿Qué es lo que nos hace diferentes a los demás seres de la creación?
Somos seres inteligentes creados a la imagen de Dios, con voluntad propia y con libertad de escoger. Los siete mil millones de personas que poblamos el planeta tierra somos diferentes, cada uno con diferente físico, cultura, costumbres y pensamos diferente.
Es un privilegio que seamos no sólo creación de Dios sino Sus hijos, hijos de un Padre que tiene los siguientes atributos: auto-suficiente, eterno, omnipotente, omnipresente, etc.
Y a todos Dios nos ha dado la Biblia y cómo nos anima en Isaías 55: 6,
“Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.”
Salmo 37: 5, “Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo.”
En Jeremías 29:11 encontramos una Palabra de ánimo que dice, “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.”
No estamos solos, no estamos a la deriva, no fuimos creados sólo para pagar deudas, para sobrevivir pero todos pasamos por momentos difíciles, de confusión, donde no vemos con claridad, qué va a pasar con nuestras vidas, sólo sabemos que no estamos preparados ni en un estado ideal.
Quizás crees que te casaste con la persona equivocada, que estás en el trabajo equivocado, que no estás desarrollando tu potencial, etc.
Abraham recibió la promesa de que su descendencia iba a ser tan numerosa como la arena del mar y quiso ayudarle a Dios para que esto se cumpliera, no esperó y tuvo una relación íntima con la que no era su esposa y de esa relación salió un pueblo que hasta nuestros días le hace guerra a los descendientes de Isaac.
Todos quisiéramos ayudarle a Dios en el cumplimiento de sus propósitos para nuestras vidas.
Hay un dicho que dice: “Dios escribe recto en renglones torcidos”. Lo usamos para hablar de sucesos que, aun cuando en principio producen efectos indeseados, nos terminan ayudando.
Romanos 8:28, que dice “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.”
A Dios le gusta que nos levantemos cada mañana y le digamos, Señor cuál es tu propósito, cuál es tu voluntad en este día, quiero alinearme con tus propósitos, no quiero equivocarme, no quiero ser guiado por mis impulsos ni por mi conveniencia, quiero que tu voluntad se imponga.
¿Cuál es la voluntad de Dios?
1 Tes. 4:3, “La voluntad de Dios es que sean santos…”
Hay momentos de urgencia y no sabemos qué decisión tomar sobre algún asunto, momentos de presión como qué hacer con un hijo enfermo, qué decisión tomar en el trabajo, la compra de una casa o un automóvil, decisiones estratégicas que van a afectar a tu futuro.
David nos ayuda en el Salmo 34: 4-6.
“Oré al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.
Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro. En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó;
me salvó de todas mis dificultades.”
v 10, “Hasta los leones jóvenes y fuertes a veces pasan hambre, pero a los que confían en el Señor no les faltará ningún bien.”
Desde pequeñas mis hijas han memorizado los vv 12-15 de este salmo 34,
“Quieres vivir una vida larga y próspera? ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras!
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y esfuérzate por mantenerla.
Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.”
Es importante que tengas cuidado qué decisión vas a tomar, debes cubrirla en oración, solicitar que otros te apoyen en oración, tener cuidado. No es lo mismo equivocarme a los 30, 40, 50 años con suficiente tiempo para enmendar que tarde en la vida con menos tiempo de corregir.
También hay momentos que Dios nos habla por medio de Proverbios 19: 21:
“Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá.”
Me produce gran descanso saber que:
Sus planes conmigo son para bien y no para mal.
Él cumplirá Sus propósitos porque es soberano.
Por torpe que sea, no permitirá que me extravíe, como dice Isaías 35:8.
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