Es Tiempo de Conectar, noviembre 01
No Falta Nada
Hubo un tiempo, poco después del descubrimiento de América que llegaban al nuevo mundo muchas personas de Europa buscando riqueza y prosperidad, en especial de España.
Un día cierto jóven se antojó de hacer lo mismo y logró reunir el dinero suficiente para comprar el boleto de tercera clase y a pesar de que era un boleto de tercera clase, no pudo ahorrar para gastar en su alimentación durante el viaje pero de todas maneras estaba convencido que valía la pena el esfuerzo y el sacrificio.
Abordó el barco y fue directamente a donde iban los pasajeros de tercera clase. Mientras eran servidos los alimentos, se quedaba solo en la cabina ansioso de llegar cuánto antes a su destino final. Sin embargo, durante el viaje, el barco tuvo un retraso de dos semanas debido a una gran tormenta; al principio de las dos semanas adicionales de viaje se sintió morir de hambre pero como su arribo se tardaba, se dijo, me muera de hambre o me muera por el castigo que me van a poner, de todas maneras voy a ir al comedor a alimentarme.
Así que fue muy hambriento al comedor por primera vez y pidió un plato doble tan abundante de comida que la devoró toda, al final fue donde el mesero y le pidió la cuenta con el fin de saber cuánto debía.
El mesero lo miró y le contestó, usted no debe absolutamente nada porque al comprar el boleto pagó por los alimentos anticipadamente pues estaban incluídos en el precio del boleto, “usted ya pagó la deuda.” Tomado y adaptado del libro Resolviendo Los Problemas de la Vida escrito por el Dr. David Yong-Gi Cho.
Todo ser humano tiene una gran deuda por pagar, todos nuestras iniquidades son grabadas en la libreta del cielo, sin embargo si pones tu fe en Cristo, vas a ver que tu deuda, mi deuda por el pecado, ya fue pagada, Jesús pagó por nuestro castigo, llevó en la cruz nuestras maldades, iniquidades, nuestra pobreza, nuestra falta de futuro, nuestras enfermedades, nuestros traumas, nuestras heridas, dice en Isaías 53:5 que por sus llagas somos sanados.
Quizás tienes traumas por sanar, cosas que no hiciste a otros sino que te hicieron siendo niña(o) o adulto, un divorcio, crecer con un padre abusivo o ausente, en medio de alcoholismo, heridas que has cargado toda tu vida y que necesitan sanar para ser libre.
WOW, qué alivio que no es tan complicado, sólo basta creer y aceptar el regalo.
Algunos encuentran a Dios siendo jóvenes y otros en la vida adulta, en cualquier edad o etapa de tu vida, llena tu vida de fe, conoce quien eres en Cristo, usa las herramientas que están a tu disposición para vivir en victoria.
Efesios 1:17, «Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.»
Mi oración es que Dios nos dé espíritu de sabiduría y de revelación. ¿Para qué? Para que podamos descubrir el regalo inmenso que se nos ofrece y que nos pertenece por la fe.
Debes saber que Cristo no sólo nos ofrece totalmente gratis el perdón y la vida eterna sino además una vida abundante a este lado de la eternidad.
Si pudieras decir con Pablo en Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí..”
Efesios 2: 6-7, “Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Dice que resucitamos y estamos sentados en lugares de dominio, lo que significa que estamos posicionados y que esa es nuestra herencia.
Ya estás muerto al pecado, ya eres heredero, ya no eres parte de la creación caída, enferma, pobre, resentida, sin futuro, en Cristo estamos completos, lo tenemos todo, créelo.
Leamos 1 Cor. 13: 4-7,
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
Ahora añade tu nombre y lee en voz alta, “
Es altísima la dimensión espiritual a la que has sido llamada(o). Es propia de personas finas, de personas que ofrecen respuestas reales y efectivas a un mundo carente de valores espirituales, carente de Dios.
Lo mejor que le ha pasado al mundo se llama la Iglesia por eso dice Jesús que somos la sal de la tierra y la luz del mundo. Es por esto que debemos ser reflexivos en vez de ser reactivos cuando se trata de asuntos de política y otros.
Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, comparte con otros y suscríbete al canal. Puedes ingresar a nuestros cursos sin costo alguno en el siguiente enlace. https://conectarglobal.org/cursos-virtuales/