Es Tiempo de Conectar, junio 010

«Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: ‘Gobernantes del pueblo y ancianos, si nos están interrogando hoy por haber hecho un bien a un enfermo, y por cómo se le sanó, les dejamos bien claro a todos ustedes y a todo el pueblo de Israel que fue en el nombre de Jesucristo, el Nazareno, a quien ustedes crucificaron, pero a quien Dios resucitó de entre los muertos.” Hechos 4:8-12

Pedro, el mismo que un día había tenido miedo y negó a Jesús, ahora se levantaba con valentía.

¿Qué cambió en la vida de una persona que poco antes había negado a Jesús?
Algo transformador, el Espíritu Santo. Antes, Pedro era una persona tímida y sólo veía obstáculos, ahora, se ve como un hombre perdonado quien tiene por delante grandes oportunidades.

Antes, el miedo lo paralizaba, ahora, el Espíritu lo impulsa. Eso es lo que el Espíritu hace: te da valor, te da una razón para levantarte cada día y compartir lo que has recibido.

Pablo en 2 Timoteo 1:7, «Porque el Espíritu que Dios nos dio no nos hace cobardes, sino que nos da poder, amor y autocontrol.»

El Espíritu no te pide que seas perfecto porque nadie lo es. Dejar de mirarnos a nosotros mismos, nuestros fracasos o errores, nuestras limitaciones. Dios nos invita a ser valientes, a hablar de Él sin miedo, a compartir con otros.

«El justo cae siete veces y vuelve a levantarse.» Proverbios 24:16
Todos caemos. Lo hizo David, el rey que tuvo un corazón conforme al corazón de Dios. Lo hizo Pedro, el apóstol que caminó con Jesús. Lo hacemos tú y yo. Pero lo que define nuestra historia no es la caída, sino quién nos levanta.

A veces, el testimonio más poderoso no es el de los grandes actos, sino el de una vida transformada.

El Espíritu Santo nos llama a que comencemos el día en Su presencia, a que nos levantemos un poco más temprano para leer las Escrituras, evaluar nuestra vida y orar por otras personas, a vivir una vida de propósito y de valor, a compartir tu historia, a ser luz en medio de la oscuridad a que incluyas los propósitos del Reino de Dios en tus proyectos, en tus inversiones, en tu planes de crecimiento económico.

Dios te dará toda la guía que necesitas. Tienes al Espíritu Santo morando en ti. No esperes menos. Eres «guiado por el Espíritu de Dios» (Romanos 8:14). El Espíritu Santo te brindará toda la guía que necesitas.

«Hirió las rocas en el desierto y les dio aguas tan abundantes como los mares; hizo brotar ríos de una peña rocosa e hizo correr aguas como ríos» Salmo 78:15-16.

Dios te va a guiar y va a saciar tu sed espiritual: Jesús te promete que, por medio del Espíritu Santo, fluirán ríos de agua viva de tu interior. Juan 7:38.

Oremos:
“Señor, llena mi vida con tu Espíritu Santo y dame el valor de Pedro, para que no tema hablar de Ti, para que sea un testigo fiel de tu amor. Ayúdame a compartir lo que has hecho en mí. Amén.”

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Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global