
Es Tiempo de Conectar, julio 004
Lo desconocido no es el enemigo
A nadie le gusta no tener el control. Nos incomoda no saber qué va a pasar, cómo resultarán las cosas, o hacia dónde va nuestra vida. En una época donde queremos respuestas rápidas y rutas claras, lo desconocido puede parecer un enemigo.
Pero muchas veces, lo desconocido es el escenario donde Dios más trabaja, no para asustarnos, sino para enseñarnos a confiar.
Enfrentando tres grandes enemigos:
El miedo que nos paraliza
El miedo no es malo en sí mismo, pero cuando nos domina, nos detiene. Nos hace creer que es más seguro no hacer nada que obedecer el llamado de Dios.
Isaías 41:10: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios.”
El enemigo no es lo que no sabemos, es el miedo que nos impide avanzar por fe.
Una comodidad que nos adormece.
El verdadero enemigo muchas veces es el confort que nos hace insensibles. Cuando estamos demasiado cómodos, dejamos de ver el dolor de otros, dejamos de orar por otros, orar por las naciones, dejamos de soñar con el Reino de Dios avanzando.
En este momento la Iglesia debe estar orando por la Iglesia en Ucrania y en Irán.
Amós 6:1: “¡Ay de los que están reposados en Sion!”
Hay algo muy peligroso y es no tener una vida con propósito.
La incredulidad que apaga el fuego
Dios sigue llamando, pero muchos dejaron de creer que pueden ser útiles. Se sienten pequeños, inseguros o incapaces. La incredulidad apaga cualquier sueño que Dios quiere encender.
“Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.” Mateo 13:58
El enemigo no es la distancia, ni el idioma, ni la cultura, es la falta de fe en que Dios puede usarte.
Si Dios te ha llamado a hacer una contribución a tu familia, a tu iglesia o a tu comunidad, debes primero orar, pedir a Dios dirección. No hay nadie más interesado en que seas una bendición que Dios mismo.
Hace algunos años, en una conferencia en la famosa Catedral de Cristal en Los Angeles, su fundador el Rev. Robert Schuller enseñó una fórmula sencilla para lograr tus sueños.
De principio, quiero aclarar que ninguno somos competentes en nosotros mismos como dice el Apóstol Pablo en 2 Cor. 3:5-6, “No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios. Él nos capacitó para que seamos ministros de su nuevo pacto.”
La fórmula es: Fe + Enfoque + Seguimiento = Cumplimiento del Sueño
Preguntas para reflexionar
¿Qué “zona desconocida” estoy enfrentando hoy que me está robando la paz?
¿Estoy esperando tener todo claro para obedecer, o estoy dispuesto a confiar como Abraham?
¿Qué podría hacer hoy como acto de fe, aunque aún no entienda todo el panorama?
Oración
Señor, reconozco que muchas veces he temido lo que no entiendo. He querido controlar lo que solo tú puedes manejar. Hoy decido confiar en ti, aunque no vea todo claro. Sé que estás conmigo en cada paso, incluso cuando no sé cuál es el siguiente. Guíame, fortaléceme, y enséñame a caminar por fe, no por vista. Amén.
Te animamos a que dones en el siguiente enlace https://conectarglobal.org/donaciones/ . Así nos apoyarás a seguir con este hermoso servicio de llegar a muchas más personas.
Y que hagas uno de nuestros cursos en www.conectarglobal.org que son sin costo alguno.
Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global