
Es Tiempo de Conectar, septiembre 001
El evangelio no está encadenado
“La palabra de Dios no está encadenada.” 2 Timoteo 2:9.
Cuando pensamos en países como Irán, Corea del Norte, Uzbekistán, la mayoría de países árabes, lo primero que viene a la mente son las restricciones, la persecución, iglesias cerradas, líderes encarcelados, la circulación de la Biblia prohibida. Bajo estas circunstancias, humanamente parecería imposible que la fe cristiana florezca en esos ambientes, sin embargo, es precisamente en esos contextos difíciles donde el evangelio crece con más fuerza.
Irán es conocido como uno de los lugares más hostiles al cristianismo, pero precisamente allí miles de musulmanes están teniendo encuentros personales con Cristo a través de sueños, visiones y la penetración del internet.
Turquía, por su cercanía, se ha convertido en un lugar de refugio y encuentro para muchos de ellos. Allí he conocido a jóvenes iraníes que aman a Jesús y que oran fervientemente por la transformación de su país.
A pesar de ser una nación de mayoría musulmana, en Turquía Dios está levantando comunidades de fe a través de las diásporas de países vecinos como Azerbaiyán, Armenia, Irak, Siria y otros. He tenido el privilegio de enseñar y equipar a líderes de esas naciones, viendo de primera mano cómo el evangelio sigue avanzando en medio de contextos desafiantes.
En China, a pesar de décadas de represión, la iglesia subterránea sigue multiplicándose en hogares, fábricas y aldeas, sostenida por la oración y la fidelidad de creyentes comunes.
¿Qué nos enseña esto?
Que el evangelio no depende de la libertad política, sino del poder del Espíritu Santo.
La fe crece en medio de la adversidad, porque la persecución purifica la motivación: se sigue a Cristo no por conveniencia, sino por convicción.
La misión de Dios es imparable. Pablo lo dijo desde la cárcel en 2 Timoteo 2:9: “La palabra de Dios no está encadenada.”
Mientras que en la mayoría de países que tienen en su constitución la libertad de cultos, la iglesia lucha con apatía o comodidad mientras que en lugares de oposición al evangelio, éste avanza “de manera orgánica,” de persona a persona, de casa en casa, con un fuego que no se puede apagar.
En Conectar Global contamos con el privilegio de apoyar misioneros latinos que sirven en zonas remotas tales como Jessica Quiroga en Turquía, Pastor Otoniel Yule entre los indígenas NASA, William y Yin quienes entrenan misioneros que van al interior de la zona amazónica y otros.
Nos desafían a imitar esa pasión, el sacrificio de dejar nuestros lugares de origen y la comodidad, así que la invitación para nosotros es a aprender de esa pasión, orar por la iglesia perseguida y recordar que el mismo Espíritu que obra en Irán, Turquía y en China también quiere avivar su obra en nuestros países.
¿Cómo vivir con la misma pasión que tienen los cristianos en Irán o China?
Sé valiente en lo cotidiano, comparte tu fe en tu escuela, universidad o trabajo, aunque sea incómodo.
Invierte tiempo en otros, así como la iglesia en estos países donde hay persecución, reúne pequeños grupos de amigos para orar, estudiar la Biblia y crecer juntos.
Ora por la iglesia perseguida: esto mantiene tu fe viva y te recuerda que pertenecemos a una sola familia en Cristo.
Oración:
Señor, dame el mismo fuego y valentía de mis hermanos en países perseguidos. Ayúdame a no vivir en indiferencia, sino a ser un testigo fiel en mi entorno. Amén.
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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global