El Dios que oye tu oración

Devocional diario febrero 15

El Dios que oye tu oración

2 Reyes 19:14-16

“Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros, y la leyó. Luego subió al templo del Señor, la desplegó delante del Señor, y en su presencia oró así: «Señor, Dios de Israel, entronizado sobre los querubines: solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra. Presta atención, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para insultar al Dios viviente”

Ezequías fue un buen rey, trajo un nuevo comienzo de restauración del templo al pueblo de Israel. La nación volvió su corazón a Dios hasta que el rey de Asiria Senaquerib envió sus mensajeros y sus ejércitos con el propósito de destruir la ciudad.

¿Qué hacemos nosotros cuando recibimos este tipo de cartas (noticias desalentadoras)? ¡Una carta de desalojo, un embargo, un mal diagnóstico, una carta de divorcio, un juicio denegado!

Senaquerib venía con sus ejércitos con malas intenciones pero Ezequías se llenó de fe y confianza en Dios al punto que le dijo al pueblo: «¡Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y su numeroso ejército, porque nosotros contamos con alguien que es más poderoso. Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas. Al oír las palabras de Ezequías, rey de Judá, el pueblo se tranquilizó” (2 Crónicas
32:7-8)

El pueblo se tranquilizó pues tuvo confianza en las palabras de Ezequías.

Aunque se levanten grandes gigantes, muy grande oposición contigo, hay alguien MÁS GRANDE y mucho MÁS PODEROSO. Si ellos se apoyan en su fuerza humana, tú apóyate en Dios.

Entonces Senaquerib vino con unas cartas de amenazas, Satanás comenzó a usar su boca sino recuerda cómo engañó a Eva con palabras solo para intimidarla y confundirla, ¿por qué no lo haría contigo?

Algunos dicen: «Esta enfermedad Dios me la envió”. Dios no envía la enfermedad, el que viene a robar, matar y destruir es el diablo porque Dios vino a traer vida y en abundancia. A veces, el enemigo te hace creer que lo que te ha venido es castigo de Dios, pero eso es una mentira porque Dios es bueno.

El diablo quiere venir a a destruirte pero Dios es tu Salvador y Él vino a salvarte.
El diablo te quiere pobre pero Dios te quiere próspero.
El diablo te quiere enfermo, Dios te quiere sano
El diablo te quiere desmoralizado, Dios te quiere con FE.
Para todo lo que tu enemigo vino a hacer en tu contra, Dios está programando tu victoria.

¿Qué tienes que hacer para que Dios oiga tu oración?

1. Haz silencio y espera en Dios

2 Reyes 18:36 “Pero el pueblo permaneció en silencio y no respondió ni una sola palabra, porque el rey había ordenado: «No le respondan»
Nunca argumentes con el diablo y no pierdas tu tiempo.
La actitud correcta es la de confianza absoluta en Dios.
Recuerda que bueno es esperar en silencio, la salvación de Dios.
«Estad quietos y conoced ¡que yo soy Dios!»

2. Pide oración

2 Reyes 19:1-2 “Cuando el rey Ezequías escuchó esto, se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y fue al templo del Señor. 2 Además, envió a Eliaquín, administrador del palacio, al cronista Sebna y a los sacerdotes más ancianos, todos vestidos de luto, para hablar con el profeta Isaías hijo de Amoz”
Ezequías buscó al Profeta Isaías, tú necesitas oración. Busca a alguien que ore por ti, tu pastor, tu líder…
Que te cubra con sus oraciones.
El altar se llena de peticiones en tu casa, en tu iglesia… ve y busca que oren por ti.

3. Presenta tus cartas en tu lugar secreto

2 Reyes 19:14 “Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros, y la leyó. Luego subió al templo del Señor, la desplegó delante del Señor”.

Expón tu causa delante de Dios. Dile a Dios «Oye lo que están diciendo de mí, de mi familia, de mi salud», “extractos de un banco”, “escrituras de una casa”.

Pon a tu familia en al altar de Dios… ¡El Dios de Ezequías es nuestro Dios!

Y Dios envía respuesta Lucas 18:7-8 “¿Acaso no creen que Dios hará justicia a su pueblo escogido que clama a él día y noche? ¿Seguirá aplazando su respuesta? Les digo, ¡que pronto les hará justicia!”

2 Reyes 19:6-7 “Este les dijo: Díganle a su señor que así dice el Señor: No temas por las blasfemias que has oído, y que han pronunciado contra mí los subalternos del rey de Asiria. ¡Mira! Voy a poner un espíritu en él, de manera que cuando oiga cierto rumor se regrese a su propio país. ¡Allí haré que lo maten a filo de espada!”

Este es un juicio contra Senaquerib, esas palabras no son contra ti sino contra tu enemigo. Sobre uno alto, hay uno más alto… ese es Dios.

Si alguien quiere afligir tu vida, Dios se levantará por ti.
Si el enemigo viene a intimidarte, tu guarda silencio porque ¡Dios te defenderá!
Dios te da una promesa de cuidado y protección…

2 Reyes 19:32-34 “Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.”

 No entrará saeta ni nadie hará daño a tu vida. ¡Dios mismo te amparará!
v.35 Aquella misma noche… estás en el momento de angustia, estás clamando en la misma presencia de Dios, en este mismo tiempo Dios actuará a favor tuyo.
Un ángel se levanto y mató a 185 mil asirios en esa misma noche. Dios libró a Ezequías y al pueblo Judío.

2 Crónicas 32:22-23 “Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados. Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto”
Así obra Dios con quienes se consagran.
Dios te librará, te guardará, te prosperará y te engrandecerá