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Introducción-Primera Parte
40 días de oración:
Guía de oración durante
la Cuaresma
Cuando mencionamos la palabra «oración», con frecuencia pensamos en nuestras necesidades y peticiones. A menudo hay una letanía interminable de ellas: «Cúrame», «Enriquéceme». «Redímeme». «Perdóname». ¿Pero te has detenido a pensar si es posible que la oración sea más que esto? A decir verdad, la oración es más que una lista de peticiones o resultados que queremos ver cumplidos. Es un esfuerzo introspectivo, que trae claridad y refina el descubrimiento personal. La oración está destinada a guiarnos a través del proceso de la transformación del corazón.
La oración es el combustible que lo impulsa todo
Algunos dicen que la oración es el catalizador para la santidad. Es a través de la oración que podemos absorber la bendición de Dios. Si la oración tuviera la intención de informarle a Dios sobre nuestras necesidades y deseos, sería innecesaria. Su verdadero propósito es prepararnos para Dios. La oración es un proceso de autoevaluación, auto juicio y alineación con Dios. La oración es el acto de apartarnos de la agitación de la vida diaria y entrar en el espacio sagrado para así volver a establecer los lazos que nos conectan con nuestro propósito de vida.
Estos próximos 40 días están diseñados para que te concentres en áreas específicas de tu vida y puedas así romper las barreras que se interponen en el camino de tu crecimiento personal y espiritual. La oración está destinada a desafiarnos y cambiarnos. La oración es el vehículo que nos libera de las restricciones y obstáculos, ubicándonos justo donde necesitamos estar, humildemente a los pies de nuestro Señor.
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Introducción-Segunda Parte
Comencemos
Anota en un diario o cuaderno, aquello por lo que necesitas orar. Agrega detalles como personas, lugares, horas y fechas. Disciplínate en escribir los nombres de las personas o asuntos por los cuales quieres orar. ¿Por qué? Para que no olvides por qué y por quiénes has orado y para que puedas agradecerle y alabar a Dios cuando recibas respuesta. Escribe todo lo que se te venga en mente. Incluye detalles que pueden parecer insignificantes ahora, pero que pueden ser extremadamente importantes al ver cómo Dios obra en tu vida a través de tus oraciones.
La oración es un regalo de Dios para ayudarnos a explorar el proceso de la santidad y aprender más sobre nosotros mismos en el camino. Imagina poder sanar las heridas del pasado y trabajar hacia la reconciliación total en tus relaciones más valiosas. La oración es, en última instancia, una rendición a Dios creando las condiciones para que Él derrame Sus bendiciones sobre toda Su creación.
Te invitamos mañana a seguir escuchando la introducción parte tres de los 40 días de Oración durante La Cuaresma.
Conectar Global por La Dra. Jen Wilson, reconocida lider Cristiana a nivel mundial