Devocional diario marzo 07
Mujeres que cambiaron su historia
Rut una mujer comprometida al 100%
Rut 1:16-17
«Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos»
El compromiso de Rut fue probado, comprobado y reafirmado.
Orfa dejó a Noemí pero Rut permaneció. El compromiso es lo que nos hace permanecer cuando otros huyen.
Una gallina le dijo a un cerdo: «Tú y yo podríamos hacer algo para ayudar a resolver el problema del hambre en el mundo. – Me parece muy bien, ¿qué podríamos hacer? – preguntó el cerdo. – Yo podría poner unos huevos y tú puedes poner el jamón – dijo la gallina. – Muy lista – dijo el cerdo – A ti poner unos huevos no te cuesta mucho, a mí el jamón me cuesta la vida».
¿Cuál es tu compromiso… como el de la gallina o como el del cerdo? ¿Das algo de ti o has rendido toda tu vida a Dios?
El compromiso es lo que separa a los soñadores de los hacedores.
El compromiso es lo que separa lo ordinario de lo extraordinario.
Rut se comprometió con Dios primero y eso la ayudó a ser comprometida en sus demás relaciones.
Abigail una mujer de carácter e intercesión
1° Samuel 25:3
“Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb”
Abigail tenía un buen entendimiento: Ella sabía tomar decisiones sabias no guiadas por sus emociones sino por Dios. Muchas Abigailes tienen una lucha tenaz con hombres duros en casa, que cometen malas obras pero que su carácter se mantiene firme en Dios.
¡Levántate como una intercesora! Abigail sabía interceder delante del Señor por su familia y su nación. Las mujeres tienen una unción especial para la intercesión porque pagan un precio en el lugar secreto para traer bendición a su familia.
Lidia una mujer de oración
Hechos 16:14-15
«Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos»
Lidia por su hospitalidad y oración hizo que toda su familia fuera salva.
Lidia abrió su casa y vino salvación.
Recuerda que pequeños detalles hacen grandes diferencias.
Rahab una mujer determinada
Josué 2:9-11
«Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.
Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra»
A pesar de su pasado, a pesar de sus problemas, esta mujer llegó a estar en el salón de los Héroes de la Fe.
Así que, no olvides que lo que el enemigo quiere usar para destruirte, Dios lo usa para bendecirte.
Dios quiere salvar las familias de la tierra pero hay alguien que necesita determinarse a hacer la diferencia.
Dios cambió a Rahab y esta mujer no solo tuvo descendencia sino que Dios le dio el privilegio de ser parte de la genealogía de Jesús. De Rahab aprendí que no importa nuestro pasado sino en las manos de quién lo pones.