18 de marzo: Marcos 3:20-30 Cuestionando la autoridad: El hombre fuerte y los escribas

«Los maestros de la Ley que habían llegado de Jerusalén decían: «¡Está poseído por Beelzebú! Expulsa a los demonios por medio del príncipe de los demonios».Entonces Jesús los llamó y les habló en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en pie.  Y si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie.  Igualmente, si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede mantenerse en pie, sino que ha llegado su fin. Ahora bien, nadie puede entrar en la casa de alguien fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate. Solo entonces podrá robar su casa».— Marcos 3:22-27

En este pasaje, la oposición a Jesús se intensifica cuando los escribas, maestros de la ley, lo acusan de estar en complicidad con Satanás. Los escribas eran expertos en la interpretación de la Torá, responsables de enseñar y asegurar el cumplimiento de la ley de Dios. Se encontraban entre los miembros más educados y respetados de la sociedad judía, y a menudo se les consultaba sobre cuestiones de fe y tradición. Sin embargo, aquí, estos hombres eruditos no reconocen la autoridad del Enviado de Dios.

En cambio, acusan a Jesús de actuar mediante el poder demoníaco.

Para muchos artesanos y artesanos de la Galilea del siglo I, la élite educada, como los escribas, solía generar una desconfianza natural. Los artesanos vivían del trabajo de sus manos y su identidad estaba ligada al trabajo tangible que producían. En cambio, se consideraba que los individuos educados o de élite estaban desconectados de las realidades de la vida diaria, centrados en la interpretación más que en la acción. Sin embargo, en Jesús estos trabajadores encontraron a alguien que hablaba su idioma, tanto en sentido figurado como literal. Se comunicaba a través de parábolas y acciones que resonaban con sus experiencias, no a través de capas de interpretación legalista.

Jesús responde a los escribas con una parábola sobre un “hombre fuerte”. Aquí, el hombre fuerte representa a Satanás, quien ha mantenido cautiva a la humanidad a través del pecado y la desintegración. Jesús, sin embargo, es quien ata al hombre fuerte, quebrantando su poder y saqueando su casa, devolviendo la libertad y la vida a los que estaban oprimidos. Esta es una imagen poderosa para los artesanos y trabajadores que comprenden la necesidad de unir lo que está roto para que vuelva a funcionar. Así como un artesano puede asegurar una junta floja o reparar una pieza de cerámica fracturada, Jesús restaura lo que el pecado ha destrozado.

Las acusaciones de los escribas también revelan su incapacidad para ver el panorama general. En lugar de reconocer a Jesús como el que trae sanidad y restauración, se concentran en mantener su propia autoridad. Su corazón endurecido les impide ver los milagros que se desarrollan ante sus ojos.

Cuaresma día 14

Puntos claves

  1. El papel de los escribas
    Los escribas eran respetados por su conocimiento de la ley, pero su pericia a menudo creaba una barrera entre ellos y la gente común. El legalismo los cegaba ante la obra de Dios en el ministerio de Jesús. Esto nos recuerda que el conocimiento sin humildad puede llevarnos a la ceguera espiritual. El legalismo no tiene cabida en el Reino de Dios.
  2. Jesús confronta al hombre fuerte
    La imagen del hombre fuerte atado es un vívido recordatorio de que Jesús tiene el poder de vencer las fuerzas del pecado y del mal que nos tienen cautivos. Su autoridad no está limitada por el entendimiento humano: es la autoridad de Dios para redimir y restaurar.
  3. Restaurar lo que está roto
    Los trabajadores, artesanos y artesanos saben la importancia de arreglar lo que está roto, ya sea una herramienta, un recipiente o un mueble. La obra de Jesús es similar: Él no se limita a desechar lo que está dañado; lo repara, lo renueva y lo vuelve a dejar completo.

Oración
Señor, gracias por tu poder para atar al hombre fuerte y restaurar lo que está roto en nuestras vidas. Perdóname cuando soy ciego a tu obra o me resisto a tu autoridad. Ayúdame a reconocer las formas en que me estás restaurando a mí y a mi comunidad. Dame la humildad para aprender de ti y el coraje para confiar en tu autoridad. Amén.

abril 2025

LU
MA
MI
JU
VI
SA
DO
31
Cuaresma día 27
08:00 - 18:00
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
1
2
3
4