19 de marzo: Marcos 3:31-35 Jesús amplía la definición de familia

“En eso llegaron la madre y los hermanos de Jesús. Se quedaron afuera y enviaron a alguien a llamarlo,  pues había mucha gente sentada alrededor de él.—Mira, tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan —dijeron. —¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? —respondió Jesús. Luego echó una mirada a los que estaban sentados alrededor de él y añadió:—Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos.  Cualquiera que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre”.— Marcos 3:31-35

Cuando Jesús pronuncia estas palabras, no está rechazando a su familia terrenal, sino expandiendo la gran familia de Dios. Una familia definida no por linajes, sino por la fidelidad a la voluntad de Dios. Este momento no se trata de exclusión, sino de expansión. Así como el ministerio de Jesús es una extensión de la obra de su Padre, su redefinición de la familia cumple la promesa original de Dios a Abram en Génesis 12:3: “En ti serán benditas todas las familias de la tierra”.

Isaías 11 habla de un retoño que sale del tronco de Jesé, una visión de restauración que incluye a personas de todas las naciones.

Pablo hace eco de esto en Romanos 11, donde describe cómo los gentiles son injertados en el árbol genealógico de Dios, manifestando el plan divino de salvación a través de Israel. Jesús no está derribando la obra de Su Padre, sino llevándola a su plenitud prevista.

Imaginemos cómo les sonó esto a los artesanos, trabajadores y familias de Galilea y de otros lugares. Para quienes trabajan día a día para sostener sus hogares, la promesa de una familia de Dios en constante expansión es profundamente reconfortante. En un mundo a menudo dividido por clases sociales, profesiones y linaje, Jesús declara que cualquiera, independientemente de su origen, puede pertenecer a esta familia.

 

Cuaresma día 15

Puntos claves

  1. Jesús expande, no reemplaza
    Jesús no rechaza a su familia terrenal ni reemplaza lo que su Padre ha hecho; en cambio, está expandiendo la obra de Dios para cumplir sus promesas. Su ministerio se basa en el pacto de Dios con Abram, manifestando la intención de que todas las naciones sean bendecidas a través de la familia de la fe.
  2. La Familia de Dios
    Jesús redefine la familia como aquellos que hacen la voluntad de Dios, abriendo la puerta para que cualquier persona, independientemente de su origen, pueda pertenecer y convertirse en parte de la herencia. Esto se suma a la familia de linajes y linajes valiosos. La adopción como hijos e hijas es posible a través del Hijo.
  3. La obra de restauración de Dios

Desde la visión de un mundo restaurado de Isaías 11 hasta las imágenes de las ramas injertadas en Romanos 11, el plan de Dios siempre ha sido expandir su familia. El ministerio de Jesús es la culminación de esta restauración, invitando a todos los que lo siguen a convertirse en parte de la familia de Dios.

Reflexión
Considera las formas en que Dios está expandiendo su familia en tu propia vida. ¿A quién en tu comunidad podría Dios estar atrayendo a su círculo de gracia a través de tu trabajo, tus palabras y tu presencia? Las palabras de Jesús nos recuerdan que hacer la voluntad de Dios nos conecta con una familia mucho más grande que nosotros mismos. Ya sea en nuestros hogares, talleres o lugares de culto, estamos llamados a vivir de una manera que invite a otros a unirse a la familia de Dios.

Oración
Padre Celestial, gracias por darme la bienvenida a Tu familia a través de Jesús. Ayúdame a ver a los demás como Tú los ves, no como extraños sino como potenciales hermanos y hermanas en la fe. Enséñame a vivir de una manera que refleje Tu deseo de inclusión y expansión. Que mi vida sea un lugar donde otros encuentren Tu amor y encuentren su lugar en Tu familia. Amén.

abril 2025

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