
5 de marzo (Miércoles de Ceniza): Marcos 1:1-8 El Aprendiz

“Comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. Sucedió como está escrito en el libro del profeta Isaías: «Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino» «Voz de uno que grita en el desierto:“Preparen el camino para el Señor, háganle sendas derechas”— Marcos 1:1-3
Cuando escuchamos la palabra aprendiz, a menudo pensamos en alguien ansioso por aprender un oficio, siguiendo de cerca a un maestro experto. El proceso de aprendizaje requiere preparación: dejar de lado las distracciones, mostrar humildad y tener un espíritu dócil.
En Marcos 1:1-8, Juan el Bautista aparece como una figura que llama a otros a esta misma preparación, no para un oficio, sino para una vida de aprendizaje con Cristo. Su llamado al arrepentimiento no era un simple acto de purificación para parecer santo, sino un proceso de eliminación de las barreras que impedían a las personas seguir plenamente a Dios. El arrepentimiento era el primer paso para preparar y recorrer el camino del discipulado.
El mensaje de Juan era sencillo pero profundo: “Preparen sendas derechas para Él” . Llamaba a las personas a alinear sus corazones, intenciones y vidas con el camino del Señor.
En muchos sentidos, convertirse en un aprendiz de Cristo refleja la preparación que predicó Juan. Implica tres acciones clave:
Cuaresma día 18
- Reconociendo al Maestro
Juan comienza proclamando la buena noticia acerca de Jesús, el Mesías. Todo aprendiz debe reconocer primero la autoridad y la habilidad de su maestro. Jesús, el Hijo de Dios, es aquel a quien le entregamos nuestras vidas como aprendices. - Limpiando el Camino
Así como la gente vino confesando sus pecados, prepararse para Jesús requiere que identifiquemos y eliminemos los obstáculos que impiden nuestro caminar con Él: orgullo, distracciones o prioridades equivocadas.
3. Abrazando la Humildad La humildad de Juan es impactante: distancia su mirada de sí para ponerla en Jesús, diciendo: «Después de mí viene uno más poderoso que yo; ni siquiera
- merezco agacharme para desatar la correa de sus sandalias.”. La humildad es esencial para aprender y crecer bajo la guía del Maestro.
Al reflexionar sobre el llamado de Juan, considera lo siguiente: ¿Qué preparativos podrían ser necesarios para que puedas aprender de Cristo? ¿Hay caminos torcidos que necesitan ser enderezados? ¿Hay espacio en tu corazón para escuchar, seguir y aprender del Maestro?
Oración
Señor, así como Juan el Bautista preparó el camino para Jesús, ayúdame a preparar mi corazón para seguirte. Muéstrame los obstáculos que hay en mi vida que necesitan ser superados y dame la humildad para aceptar tu guía. Enséñame a ser un aprendiz que aprende de Ti a diario y camina en Tus caminos. Amén.
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