Aquí está la ecuación simple:
ALÁBALE
¡Toda alabanza sea para Dios! Comienza con Dios. Alábale y agradécele por lo que Él es. Añade música de alabanza. Invierte de 5 a 10 minutos en esto.
ARREPIÉNTETE
Arrepiéntete-limpia tu corazón. Espera a que la oración exponga la verdad sobre ti y la situación. Invierte tiempo en esto y escudriña tu corazón.
HAZ TU PETICIÓN
Pregunta qué necesitas cambiar, cómo debes cambiar y qué necesitas hacer. Hazlo con todo tu corazón. Busca la sabiduría y la guía del Espíritu Santo y llama a la puerta. Espera a que Dios responda.
SOMÉTETE A SU VOLUNTAD Y CÉDELE EL CONTROL
Las Escrituras confirman que la voluntad de Dios se cumple cuando lo buscamos en humildad. Renuncia a tu manera de ver las cosas, tu deseo de control y tus propias expectativas. Ríndete a Su palabra mediante la lectura de las Escrituras. Ceder todo control al Señor es una elección personal que necesita de repetición. Debemos hacerlo una y otra vez. Entrégale el control hasta que se produzca el cambio.
Posiblemente, vas a querer incorporar la práctica de la oración varias veces durante el día: en la mañana, al mediodía y en noche. Configura una alarma en tu teléfono como recordatorio. Una buena práctica de oración al despertar y justo antes de irse a dormir es incluir una oración simple como el Shemá (oración judía) o una oración de gratitud. Asegúrate de escribir lo que se te venga en mente. No hay una manera correcta o incorrecta de hacer esto. Ten disciplina al orar y pon en práctica lo enseñado. Haz esto durante los 40 días de cuaresma.
La santidad personal exige preparación.
Hay diez áreas de concentración con cuatro días dedicados a Trabajar íntimamente cada aspecto señalado con Dios, para producir un verdadero cambio en ti. El avance personal será diferente de persona a persona. Las comparaciones deben mantenerse al mínimo, pero pueden ser inspiradoras y alentadoras. Primero debemos trabajar en nosotros mismos para alinear nuestros corazones y mentes con Él.
Permite tiempo y espacio para que Dios obre. Trata de no medir o evaluar tu experiencia en función de tus emociones o de tu propia mirada. Es posible que no sientas nada o todo lo contrario, que te sientas abrumado por la emoción. Toma nota para que lo recuerdes.
Las 10 áreas son:
Pasión
Enfoque
Mi identidad
Mi familia
Mi pasado
Mis miedos
Mi pureza
Mis presiones
Mis heridas
Mis relaciones
Se trata de tu propio crecimiento. Exponte a nuevos desafíos. Ve más allá de lo que conoces o defines como comodidad y permite que Dios haga una mejor versión de ti. Lucha contra tu mayor adversario que eres tú mismo. Elige una meta noble para alcanzar. Deja de lado tus emociones para abrazar la disciplina de la oración y romper las barreras y muros que están ahí para sobrecargarte y esclavizarte.
Te invitamos mañana a seguir escuchando la Guía cuatro de los 40 días de Oración durante La Cuaresma
Conectar Global por La Dra. Jen Wilson, reconocida lider Cristiana a nivel mundial