Es Tiempo de Conectar, marzo 002
Qué da sentido a tu vida
No conocer el propósito de tu vida puede ser uno de los desafíos existenciales más grandes que se puede tener.
No tenemos qué ir muy lejos para encontrarnos con personas famosas y no famosas que terminan quitándose la vida porque no le ven sentido a la vida y más bien la consideran una carga.
Según la Biblia, el sentido de la vida gira alrededor de una relación profunda y significativa con Dios, nuestro Creador. Este vínculo te ayuda a encontrar Sus propósitos y a experimentar una vida plena, sin embargo muchos crecimos sin esta orientación. Sólo sabíamos que era necesario manejarnos bien, estudiar, ser un buen ciudadano y si eras parte de una hogar religioso, se esperaba que cumplieras con sus tradiciones.
“Había un hombre llamado Nicodemo, un líder religioso judío, de los fariseos. Una noche, fue a hablar con Jesús: Rabí, le dijo, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que haces son la prueba de que Dios está contigo. Jesús le respondió: Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios.
¿Qué quieres decir? exclamó Nicodemo. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo? Jesús le contestó: Te digo la verdad, nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu. El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo. Así que no te sorprendas cuando digo: “Tienen que nacer de nuevo”.” Juan 3:1-7.
La Biblia enseña que fuimos creados por Dios y para Dios, tu existencia no fue iniciativa tuya ni de tus padres y no eres un accidente.
El Salmo 100:3 declara: «Reconozcan que el Señor es Dios; Él nos hizo, y somos suyos».
Este versículo subraya que nuestra existencia encuentra sentido en reconocer y vivir en comunión con nuestro Creador.
Así como Nicodemo, una persona fiel a su religión que cumplía con todas las tradiciones, pero no tenía una relación personal.
Jesús afirmó ser «el camino, la verdad y la vida» (Juan 14:6), indicando que a través de Él podemos conocer a Dios y descubrir el propósito de nuestra existencia. Al seguir Sus enseñanzas y ejemplo, encontramos dirección y significado en nuestras vidas.
El apóstol Pablo exhorta en 1 Corintios 10:31: «Así que, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios».
Este llamado nos invita a que cada aspecto de nuestra vida refleje y honre a Dios, dándole sentido y propósito a nuestras acciones diarias.
Jesús resumió los mandamientos en dos principios fundamentales: amar a Dios y amar al prójimo (Mateo 22:37-39). Al vivir una vida de amor y servicio, cumplimos el propósito divino y encontramos realización personal.
La Biblia nos revela que el sentido de la vida se centra en conocer a Dios, vivir conforme a Sus enseñanzas y reflejar Su amor en nuestras relaciones y acciones. Al hacerlo, experimentamos una vida plena y con propósito.
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