Es Tiempo de Conectar, mayo 002

“ A partir del día siguiente al sábado, es decir, a partir del día en que traigan la gavilla de la ofrenda mecida, contarán siete semanas completas.” Levítico 23:15
“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.” Salmo 90:12

Contar hacia adelante no es simplemente avanzar sin rumbo a través del tiempo: es moverse con propósito y ser impulsado por una visión. La cuenta del Ómer es un calendario espiritual que enseña que:
· Cada día es un regalo.
· Cada día es un paso.
· Cada día es parte del proceso de convertirnos en quien estamos llamados a ser.

El Ómer en la tradición judía es la cuenta de 49 días (7 semanas) entre Pésaj (Pascua, la salida de Egipto) y Shavuot (la entrega de la Torá en el Sinaí).
Literalmente, “ómer” significa “gavilla” o “manojo de cereal”. En tiempos bíblicos, se ofrecía un ómer de cebada en el Templo como ofrenda, marcando el inicio de esta cuenta (Levítico 23:15-16).

Espiritualmente, contar el Ómer simboliza un tiempo de preparación de 49 días.
Cada jornada entre la redención (Pascua) y la revelación (Sinaí) tiene un propósito. No es un tiempo perdido, es un tiempo de formación.

Solemos hacer la cuenta regresiva hacia lo que va a pasar. El Ómer nos enseña a contar hacia adelante caminando un día a la vez, llevando la gracia de ayer y la esperanza del mañana con ojos bien abiertos.

Contar hacia adelante es honrar a Aquel quien te va formando en cada paso de tu historia. Marcar cada día que pasas es decir: “Dios, te veo aquí también.”

¿Y qué cosa nos sostiene en el camino? El pan.

Pan de Vida, Sustento para el camino
El pan fue mecido como ofrenda ante el Señor el primer día del conteo del Ómer.
Fue horneado en el desierto.
Partido en la mesa de Emaús.
Multiplicado en la ladera.
Partido en el aposento alto.
Y ahora vive en nosotros, no como harina y levadura, sino como el Pan de Vida .
“ —Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre….” — Juan 6:35

El pan siempre ha sido central en la historia de Dios. Nos une. Nutre el cuerpo y el alma.

Pero más que eso, revela quién es Jesús.
Cada vez que comas pan, recuerda que el pan no comenzó en el momento en que arrancaste un pedazo y lo disfrutaste. Comenzó mucho antes: primero una semilla debió caer en la tierra para luego brotar una espiga, madurar, ser tamizada, molida, y convertirse en el mejor trigo para saciar el hambre más profunda de justicia.

Tengo presente que cada día es una parte sagrada de mi historia. Soy sustentado por el Pan de Vida. Estoy siendo formado en quien fui creado para ser. Dios mismo me está preparando.

Formación o Aprendizaje acerca del Reino: La intención por encima del impulso
Al transitar juntos por esta temporada de conteo y formación, no te limites a contar tus días, permite que cada experiencia te transforme. Que cada jornada sea una práctica intencional de los valores del Reino y de la alineación con Su corazón.

• Estás siendo moldeado por la humildad.
• Estás siendo alimentado con un pan de significado eterno.
• Estás siendo formado para parecerte más a Jesús y menos al mundo.

Puntos claves:
1. ¿Hacia dónde en tu vida te has estado moviendo sin darte cuenta?
2. ¿Qué pasaría si redujeras la velocidad de manera que pudieras saborear el tiempo de formación, como saboreamos el pan caliente recién salido del horno?

Considera esta antigua práctica de contar el Ómer no como una novedad en tu vida, sino como un acto de obediencia. Es un aprendizaje para formar tu corazón, tu alma, y tu mente, y encontrar la manera de alcanzar las metas de su Reino a través tuyo.

Oración de restauración:
Jesús, Pan de Vida, enséñame a considerar estos días no como obstáculos para el futuro, sino como dones de tu presencia. Que me nutra de lo eterno, me forje la verdad y sea consciente de lo que haces en mí. Ayúdame a avanzar con sabiduría, propósito y confianza. Amén.

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Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global