«El Hijo está sentado a la derecha del trono de Dios» (Hebreos 12:2).

“Ellos cantaban en un potente coro: «Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder y las riquezas y la sabiduría y la fuerza y el honor y la gloria y la bendición».” Apocalipsis 5:12

Cuando pensamos en un trono, normalmente lo asociamos con poder, autoridad y control. En un mundo lleno de incertidumbre, cambios y presiones, es fácil sentir que todo se nos escapa de las manos. Pero la Biblia nos recuerda algo esencial: Jesús no está corriendo de un lado a otro tratando de arreglar el caos. ¡Él está sentado en el trono, Él ya reina!

El Rey Carlos III en el Reino Unido
Después de la reina Isabel II, Carlos III asumió el trono. Cuando la gente piensa en “rey en un trono”, seguramente esta es la imagen más clara en el mundo actual: una persona que hereda un lugar de honor, con autoridad y un asiento simbólico que representa su reinado.

Aunque no lo veamos tanto en las noticias, todavía existen reyes en países como España (Felipe VI), Marruecos (Mohamed VI) o Tailandia (Maha Vajiralongkorn). Cada uno tiene su trono, ya sea con poder real o simbólico, pero sigue siendo un recordatorio de autoridad y pertenencia.

Muchos jóvenes piensan en el Trono de Hierro de “Game of Thrones” o los “reyes” de películas, cómics y videojuegos. Aunque ficticios, esos tronos representan lo mismo: poder, control, dominio.

En la práctica, hoy los “tronos” no siempre son físicos: el trono de un influencer con millones de seguidores, el trono del ganador del Tour de France, la Copa Mundial de Fútbol, son campeones que levantan un trofeo. Todos son ejemplos de lo que significa estar “sentado en lo alto”, con influencia y autoridad.

Cuando hablamos de Jesús estar sentado significa que Su obra principal, el habernos rescatado, nuestra salvación, ya está completa. No está nervioso ni preocupado, porque Él ya lo logró, ya reina. Eso cambia la manera en que enfrentamos la vida diaria:

Si Jesús reina, no necesito que el miedo gobierne mis decisiones.
Si Jesús está en el trono, no tengo que dejar que la ansiedad ocupe ese lugar en mi corazón.

Si Jesús está en control, puedo confiar que nada se le escapa, ni siquiera mis luchas personales.

Si Jesús reina, yo soy su súbdito.
Si Jesús reina, yo sólo sigo instrucciones, digo, como tú ordenes Señor.
Cede el trono de tu vida y pregúntate hoy, ¿qué está ocupando el trono de mi corazón? ¿Mi celular, mi popularidad, el balance en el banco, mi relación, mis proyectos, mis redes sociales?

Solo uno puede reinar, y ese lugar le pertenece a Jesús, así que, Confía en Su control: Cuando la ansiedad o el miedo quieran gobernar, recuérdate: “Jesús ya está en el trono, yo no tengo que cargar con todo”.

Vive como ciudadano de Su reino: Tus decisiones, palabras y acciones reflejan quién gobierna tu vida. Haz que tu día a día muestre que Cristo es tu Rey.

Oración
“Jesús, hoy reconozco que Tú estás en el trono. Perdona cuando dejo que otras cosas tomen ese lugar en mi corazón. Ayúdame a confiar en Tu autoridad y a vivir como alguien que pertenece a Tu reino. Amén.”

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Dios te bendiga.

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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global