Es Tiempo de Conectar, enero 04
Intimidad
A comienzos de cada Nuevo Año, es común proponernos lograr nuevas cosas tales como:
Hacer ejercicio, leer la Biblia en un año, visitar a los que están encarcelados, dejar de fumar, aprender algo nuevo, comer saludable, salir de deudas, ahorrar dinero, pasar más tiempo en familia.
Cada nuevo año trae un nuevo comienzo, y no quisiera iniciarlo sin Dios, así como Enoc que caminó con Dios, mi deseo y oración es que camines con Él, que le compartas todo a Él, tus tristezas, tus preocupaciones y lo que anhelas que Él haga en tu vida.
¿Quieres ver cambios en este Nuevo Año? Camina con Dios todos los días de tu vida.
Jeremías 33:3, “Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces.”
Se nos promete que si clamamos a Dios, Él nos va a enseñar cosas grandes y ocultas que no conocemos.
Así como en nuestros matrimonios es indispensable tener buena comunicación para lograr intimidad, así es con Dios, quien nos espera todos los días para comunicarnos con Él.
Dios en verdad desea caminar con nosotros y hablar con nosotros en nuestras vidas diarias. Intimidad con Dios es una relación en la cual llegas a conocer a Dios a un nivel profundo y personal.
Dios quiere conocerte y quiere ser conocido por ti.
La amistad de Moisés con Dios no era distante sino muy cercana, íntima y personal, cuando hay verdadera amistad, el temor y la inseguridad huyen,
Disfrutemos tener amistad íntima con Dios a tal punto que nuestro paso por esta vida sea sólo el inicio de continuar caminando con Él por la eternidad.
La amistad con Dios es el mejor regalo que Él da al hombre. Dios nos ha ofrecido su amistad desde el principio.
Desarrollamos intimidad con Dios de una manera intencional al caminar con Dios todos los días. Nuestra jornada es enriquecida por momentos de profunda inspiración, por una dirección transformadora y por un encuentro personal con el amor de Dios.
Sin embargo nuestra jornada encuentra desafíos grandes que pueden impedir nuestra relación con Dios.
Superficialidad y falta de profundidad
Uno de los grandes desafíos de la cultura actual es que nos conformamos con lo superficial y lo que no tiene profundidad tanto en la vida diaria como en las relaciones. Richard Foster ofrece el siguiente comentario:
La superficialidad es la maldición de nuestra era. La doctrina de satisfacción instantánea es un problema espiritual básico. La necesidad apremiante de hoy no es tener un gran número de personas inteligentes o talentosas, sino de tener personas profundas.
Isaías 29:13?, “Así que el Señor dice: «Este pueblo dice que me pertenece; me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. Y la adoración que me dirige no es más que reglas humanas, aprendidas de memoria.”
Fracaso en Priorizar
Otro desafío que enfrentamos es la falta de priorizar. Muchas personas se pueden identificar con aquel que dice: “Me siento solo, vacío y esclavizado a un horario rígido.”
La tiranía de lo urgente puede tener como consecuencia que al buscar alcanzar una y otra meta te encuentres sin el tiempo necesario para tener una relación significativa con Dios.
La intimidad con Dios debe llegar a ser lo suficientemente necesario como lo es el aire que respiras o el agua que bebes.
Salmo 42:1-2, “Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios.
Tengo sed de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir para estar delante de él?”
Debemos priorizar el tiempo a solas con Dios todos los días.
El enfoque es información en vez de Intimidad
Uno puede conocer mucho acerca de Dios sin realmente conocerle. Puedes estudiar sobre historia del cristianismo, sobre teología, y sobre los credos, aún puedes estudiar la Biblia, sin embargo puede que no experimentes una verdadera intimidad con Dios. Tener conocimiento acerca de Dios no es lo mismo que tener una relación profunda y personal con Dios.
Tito 1:1-2 , ¨Tito, en cuanto a ti, fomenta la clase de vida que refleje la sana enseñanza. Enseña a los hombres mayores a ejercitar el control propio, a ser dignos de respeto y a vivir sabiamente. Deben tener una fe sólida y estar llenos de amor y paciencia.”
Jeremías 29:13, “Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. Sí, me encontrarán —dice el Señor—. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra.”
Pecados no Confesados
El cuarto desafío que sale a la luz se debe a nuestro fracaso moral y a nuestra desobediencia. Un pecado no confesado se convierte en una barrera infranqueable con relación a nuestra intimidad con Dios. El pecado nos separa de Dios. Sin embargo es a través de Jesucristo que logramos tener perdón por nuestros pecados y como resultado, la restauración de nuestra relación con Dios.
¿En qué manera se refiere a esta verdad el apóstol Juan en 1 Juan 1:9?
De las cuatro barreras mencionadas, ¿cuál de estas es un impedimento para que tengas profundidad con tu relación con Dios?
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