
Es Tiempo de Conectar, mayo 004
Nación Santa, Piedras Vivas
Dios no pide que sirvamos sin haber sido primero capacitados. Los sacerdotes no son líderes que sirven con espontaneidad, sino que son aprendices de los actos sagrados. Cada día es una oportunidad para ser formados.
Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Éxodo 19:6
“También ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo…” 1 Pedro 2:5
El sacerdocio no comienza con el poder sino que comienza con primero ser formados. En el mundo antiguo, nadie se convertía en sacerdote solo para tener un título sino que eran entrenados y formados para servir.
Se les enseñaba lo que significa cada acto, cada sacrificio, cada lámpara, cada ofrenda.
Ser sacerdote era ser un contínuo aprendiz en las cosas sagradas.
Piedras vivas, colocadas en su lugar
“Cristo es la piedra viva, desechada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual.”
Este lenguaje es el que contribuye a la instrucción pues las piedras con las cuales se construye un edificio no se moldean a sí mismas, se cincelan, se alinean y se colocan una junto a otra con un diseño intencional.
Cada uno de nosotros es una piedra viva, elegida individualmente, pero ensamblada para formar algo más grande de lo que podríamos ser al estar solos.
No se trata solo de crecer individualmente sino de estar preparados para ejercer un liderazgo de servicio con una verdadera identidad sacerdotal, estar preparados para llevar la presencia de Dios a todas partes, interceder por otros, bendecir y servir a los demás, y trabajar en comunidad.
Un reino de sacerdotes, no sólo de líderes
Este sacerdocio no está reservado para unos pocos. Es el llamado de todo creyente, sea judío o gentil, hombre o mujer, anciano o joven. Esta fue siempre la intención de Dios que fuéramos un pueblo que mediara entre el cielo y la tierra con manos limpias y corazones abiertos.
Al contar estos días de Ómer, el cual es el período después de la Pascua, no avanzamos solamente hacia la completación de las siete semanas, sino que tenemos en cuenta el período de preparación que tiene lugar durante este tiempo. El Espíritu descenderá sobre una casa, no sólo sobre individuos.
Y esa casa es la que se está construyendo en este momento, piedra sobre piedra.
Hay mucho trabajo por hacer, tanto en lo personal como en lo comunitario. No estamos en una temporada para quedarnos esperando que el llamado simplemente llegue desde el futuro.
Este es un tiempo para despertar a la verdad: ya estamos siendo formados—día a día, en comunidad y por medio del servicio.
No solo has sido rescatado, estás siendo consagrado.
Hoy es el día 15, y lo considero como otra piedra colocada en su lugar apropiado. Estoy construyendo algo extraordinario. Me estoy formando no solo para ser útil, sino para la santidad. Pertenezco a una nación santa y sirvo como parte de un sacerdocio que está siempre en formación.
Conclusiones claves
1. ¿En qué áreas sientes que no estás calificado para servir? ¿Cómo te está preparando Dios?
2. ¿Y si fuese más bien que no estás descalificado sino que Dios todavía te tiene en período de formación ya que a Él le interesa el papel que estás a punto de asumir ?
El sacerdocio no es un atajo, es un llamado moldeado a través de la obediencia diaria.
Deja que el Espíritu Santo te forme hoy, no sólo en conocimiento sino también en reverencia.
Oración de restauración:
Maestro Constructor, plántame en Tu casa donde pertenezco. Que me formes, me capacites y me alínees junto con los otros que estás formando. No me dejes que pase por alto este proceso.
Enséñame el peso del sacerdocio y lléname de tu Espíritu para servir con humildad y alegría. Amén.
Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, comparte con otros y suscríbete al canal.
https://www.youtube.com/channel/UCjAQ1K6ZSVAl0pheA3NVdIw
Te animo a que hagas uno de nuestros cursos en www.conectarglobal.org que son sin costo alguno.
Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global