Es Tiempo de Conectar, mayo 006

A medida que avanzamos en la Cuenta de Omer o las siete semanas a partir de la Pascua, volvemos la mirada al modelo establecido en la Palabra. El Reino es construído con la Palabra de Dios, las Escrituras y el Espíritu Santo.

Reflexión:
“Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos..” Lucas 24:44

“Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos…Átalas a tus manos…escríbelas en los postes de tu casa….” Deuteronomio 6: 6-9.

Cuando Jesús se apareció a sus discípulos después de la resurrección, ni descartó, ni anuló ni invalidó las Escrituras sino que las reveló y les dio vida.
No dijo: “Eso fue antes, lo voy a cambiar por esto ahora,” sino que dijo: “Siempre lo he sido.”

Jesús guió a los discípulos siguiendo el modelo ya establecido:
La Ley
Los Profetas
Los Salmos
Y con cada palabra, reveló el hilo que lo une todo. El Reino no comenzó con Jesús, sino que en Él se revela.

A menudo buscamos respuestas nuevas, cuando en realidad Dios nos invita a reconocer los patrones antiguos. Jesús no vino a crear una nueva religión, sino a revelar la verdad de lo que ya estaba escrito. Los modelos de Dios generan confianza: cuanto más reconocemos su coherencia a lo largo de las Escrituras, más aprendemos a confiar en Él.

Disfrutar y saborear los días nos entrena en esta misma disciplina:
• Un día a la vez
• Un versículo a la vez
• Un momento espiritual a la vez
Estamos siendo entrenados para ver el patrón o modelo y confiar en el Constructor.

Escritura y Espíritu juntos
Jesús no sólo explicó la Palabra; prometió poder: “Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre…” Lucas 24:49. ¿Qué haríamos con este poder? ¿Cómo lo manejaríamos? El corazón del artesano comprende la inmensa responsabilidad que implica recibir poder.

Esto no es Palabra o Espíritu. Es Palabra y Espíritu.

• La Palabra es el fundamento.

• El Espíritu es el fuego.

• Juntos forman Aprendices del Reino que saben de dónde vienen y hacia dónde van .

Eres testigo no sólo de lo que Jesús ha hecho en tu vida, sino también de la fidelidad de Dios a lo largo de la historia, tal como se revela en su Palabra.
Recordatorio: Soy testigo de la Palabra y portador del Espíritu. Mi vida es parte del modelo. Confiaré en lo que Dios está construyendo.

No solo estás redimiendo días, semanas y meses. Estás construyendo un testimonio. Cada día es un recordatorio: Dios ha estado construyendo algo desde el principio, y tú ahora eres parte de ese modelo.
Al igual que los israelitas recitando el Shemá diariamente, estás imprimiendo la Palabra en tu corazón, permitiéndole dar forma a tus pensamientos y escribiéndola en los marcos de las puertas de tu vida.

Conclusiones claves
1. ¿Reconoces el patrón que Dios ha estado escribiendo a lo largo de tu historia?
2. ¿Estás sumergiéndote en la Palabra lo suficientemente como para ver cómo tu presente encaja en Sus promesas pasadas?

Abre los ojos y observa el patrón que ya está expuesto ante ti.
Deja que la Escritura te fundamente.
Deja que el Espíritu te llene.
Deja que el modelo del Reino te moldee.

Oración de restauración:
Jesús, tú eres el hilo que lo une todo. Enséñame a ver los patrones de tu Palabra y a confiar en tu manera de obrar. No permitas que camine a ciegas hacia el futuro, sino que sea un testigo, moldeado por las Escrituras y lleno del Espíritu. Construye mi vida según el modelo de tu Reino. Amén.

Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, comparte con otros y suscríbete al canal.
https://www.youtube.com/channel/UCjAQ1K6ZSVAl0pheA3NVdIw

Te animo a que hagas uno de nuestros cursos en ⁠www.conectarglobal.org⁠ que son sin costo alguno.

Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global