Es Tiempo de Conectar, mayo 007

“—¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo:—Reciban el Espíritu Santo. Juan 20:21-22

“Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes…” Ezequiel 36:26
Se escondían tras puertas cerradas pues tenían miedo de Roma, miedo de fracasar y miedo de su propio pasado.

Así que Jesús entra en medio de ese miedo, no para exponerlo, sino para transformarlo.

Respira paz, da el Espíritu y envía.
Observa bien el orden: Paz → Presencia → Propósito.

Las herramientas del Reino Dios no nos son dadas cuando creemos estar listos, sino cuando el Maestro sabe que el momento ha llegado.

EL TEMOR CORRECTO
No todo temor es malo. El temor correcto —el temor del Señor— es un catalizador. Nos despierta a la realidad. El temor del Señor nos enseña acerca de la humildad y prepara el terreno de nuestra alma para la sabiduría.

“ El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor.” — Proverbios 9:10
Los discípulos le temían a cosas terrenales: a los poderes terrenales, a ser incomprendidos, a sus propias limitaciones. Pero cuando Jesús infundió paz, no eliminó todo temor sino que lo redirigió. Ahora, el temor que quedaba era un temor reverencial.

El tiempo lo es todo en el aprendizaje
Cualquier buen maestro sabe que no se deben entregar las mejores herramientas demasiado pronto al aprendiz. Se espera. Se capacita. Y en el momento justo, se revela el secreto completo. Eso es lo que Jesús está haciendo aquí. Pudo haber derramado el Espíritu en el momento en que resucitó de la tumba, pero esperó y sopló sobre ellos primero.

No es el derramamiento del Espíritu de Pentecostés. Este es el primer aliento de la presencia morada del Padre. El Espíritu viene primero para restaurar al creyente, luego para capacitarlo para el servicio a los demás.

Aprendizaje del Reino: Recibir antes de dar
Jesús sabía que un día los discípulos iban a predicar con valentía, sanarían a los enfermos, soportarían la prisión y morirían por su nombre.

Pero todavía no.
Primero, tenían que ser restaurados.
Primero, tenían que recibir.
Primero, tenían que hacer la práctica más básica: respirar.

A menudo creemos estar listos antes de estarlo. Pero Jesús sabe cuándo confiarnos las herramientas. Y su tiempo no es el nuestro, sus caminos no son los nuestros. Lo que Jesús hace siempre es para nuestro bien, el bien de los demás y para su gloria.
Nos preparamos entrenando nuestras mentes para pensar en algo extraordinario: Pentecostés, la llegada del Espíritu Santo o lo que también se conoce como acoger la presencia morada de Dios. Al contar hoy, que nos recuerde que Dios… El poder no se apresura. El Espíritu no es una chispa para la ambición; es la base de la vida, el aliento.

Espera las herramientas adecuadas y recibe las que Él te da hoy.
Recuerda: El poder empieza con la paz. El Espíritu me forma antes de enviarme. Esperaré en la sabiduría del Maestro.

Conclusiones claves
1. ¿Qué estás tratando de hacer o alcanzar antes de que el Maestro te diga: “ YA” ?
2. ¿Dónde necesitas más paz que productividad?
3. ¿Has recibido o te has entrenado antes de intentar liderar?

NO HAY QUE CORRER O APURARSE A SER LOS PRIMEROS PARA SER FIELES EN LA FE
La verdadera sabiduría se forma en la entrega.

Oración de restauración:

Jesús, infunde paz en los lugares que necesito. Lléname de tu Espíritu, no para tener reconocimiento ni prestigio, sino para darme un propósito. Enséñame a esperar las herramientas que vas a darme. Que mi temor sea santo y mi disposición se forje a tu debido tiempo. Recibo, no porque esté listo, sino porque eres sabio. Amén.

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Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global