
Es Tiempo de Conectar, marzo 008
Escogido Para Hacer la Diferencia
“Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de Dios. «Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca.
¡Arrepiéntanse y crean las buenas noticias!». Pasando junto al lago de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores. «Vengan, síganme —dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres». Al instante dejaron las redes y lo siguieron.¨ Marcos 1:14-18
En la Galilea del primer siglo, convertirse en aprendiz requería una selección rigurosa. Los artesanos y maestros buscaban aprendices que demostraran algo más que habilidad; buscaban individuos con dedicación, voluntad de aprender y un carácter que pudiera crecer bajo su guía.
Un aprendiz no era simplemente alguien que imitaba el trabajo del maestro sino que vivía junto a él, adoptando sus valores, técnicas y estilo de vida para convertirse en un juicioso seguidor.
Jesús escogió a sus primeros discípulos en este contexto, caminando entre pescadores y trabajadores comunes que labraban con sus manos y compartían la vida cotidiana del pueblo.
Hablando en arameo, la lengua cotidiana de Galilea, Jesús extendió una invitación que ellos entendieron: “ Vengan, síganme.”
En arameo, la palabra “seguir” ( laqba, que significa caminar detrás o al lado) conllevaba el sentido de unir la vida de uno con la de otro. Jesús no estaba simplemente ofreciendo una tarea; los estaba invitando a un aprendizaje de por vida con Él como su Maestro para multiplicar el impacto del Reino.
La respuesta inmediata de aquellos a quien El escogió como sus discípulos, revela las cualidades que Jesús buscaba y valoraba en sus seguidores:
Un corazón dispuesto
Simón y Andrés dejaron sus redes ¨de inmediato”. No esperaron a que las condiciones fueran perfectas ni que hubiera garantías de éxito. Jesús busca aprendices que estén dispuestos a confiar plenamente en Él y a responder sin vacilaciones.
Un espíritu abierto
Los pescadores no eran teólogos ni eruditos; eran hombres comunes y corrientes que estaban abiertos al aprendizaje. En la cultura aramea, el respeto por un maestro (rabino) era fundamental. Estos hombres estaban dispuestos a escuchar las enseñanzas de Jesús y permitirle moldear sus vidas.
Un compromiso a establecer una relación
El aprendizaje en Galilea no consistía solo en aprender una habilidad, sino en caminar de cerca con el maestro. Jesús llamó a sus discípulos a algo más que trabajar; los llamó a una relación, donde conocerían su corazón, su misión y su forma de vida.
Para nosotros hoy, el llamado de Jesús sigue siendo el mismo. Nos invita a seguirlo, a dejar atrás lo que conocemos y confiar en que Él nos enseñará una nueva forma de vida. Su invitación habla en un lenguaje que entendemos, y nos llama a aprender de Él como Maestro. ¿Estás listo para seguirlo?
Oración
Señor, gracias por llamarme a seguirte. Ayúdame a tener un corazón dispuesto, un espíritu abierto y el compromiso de caminar de cerca contigo como mi Maestro. Enséñame a vivir como Tu aprendiz, aprendiendo de Ti y compartiendo Tu misión en el mundo. Amén.
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Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global