Es Tiempo de Conectar, enero 09

“Los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor. Entonces el Señor los entregó a los madianitas durante siete años. Los madianitas eran tan crueles que los israelitas hicieron escondites en los montes, en las cuevas y en lugares fortificados. Cada vez que los israelitas sembraban sus cultivos, venían saqueadores de Madián, de Amalec y del pueblo del oriente, y atacaban a Israel.

Cuando clamaron al Señor a causa de Madián, el Señor les envió un profeta, quien dijo al pueblo de Israel: «Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Yo te saqué de la esclavitud en Egipto. Te rescaté de los egipcios y de todos los que te oprimían. Expulsé a tus enemigos y te di sus tierras. Te dije: ‘Yo soy el Señor, tu Dios. No debes rendir culto a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives’. Pero no me hiciste caso”».

…Gedeón, hijo de Joás, estaba trillando trigo en el fondo de un lagar para esconder el grano de los madianitas. Entonces el ángel del Señor se le apareció y le dijo: ¡Guerrero valiente, el Señor está contigo!
Señor, respondió Gedeón, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Y dónde están todos los milagros que nos contaron nuestros antepasados? ¿Acaso no dijeron: “El Señor nos sacó de Egipto”? Pero ahora el Señor nos ha abandonado y nos entregó en manos de los madianitas.
Entonces el Señor lo miró y le dijo: Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envía!” Jueces 6: 1-14

Esta historia suena familiar para muchos de nosotros que terminamos encontrándonos en un lugar parecido a los israelitas.

Israel se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad y debilidad por enemigos que saqueaban sus frutos.

¿Te ha pasado que cuando llega el día de pago, al otro día no te queda nada porque la mayor parte se fue en pagar deudas?

Israel se había olvidado de Dios y tenía enemigos muy poderosos. El problema como vemos no son los enemigos poderosos sino el descuidar tu relación con Dios y darle prioridad a seguir tus propios planes e instintos.

Dios nunca se olvida de aquellos que le buscan y se duele cuando somos oprimidos, entonces ¿de dónde llegó la respuesta?

15. Pero, Señor, respondió Gedeón, ¿cómo podré rescatar a Israel? ¡Mi clan es el más débil de toda la tribu de Manasés, y yo soy el de menor importancia en mi familia!”

La respuesta que necesitamos va a venir de donde menos esperas así que quita tus ojos de toda fuente humana y ve a la fuente eterna, ve a tu Padre que está esperando a que le ores y le presentes tus desafíos, tus gigantes, tus problemas.

Confiesa tu pecado si has fallado y acepta el don de la gracia. Hoy es un día nuevo, no sigas lamiendo tus heridas o dejando que tu pasado te arruine.

Medita en el poderoso efecto del deseo de Dios de liberar a Su pueblo, quizás tu eres ese Gedeón.

Permite que la esperanza que Dios le dio a Gedeón se haga tu esperanza. Permite que un encuentro diario con Dios estimule tu fe para creer que puedes romper con la opresión del enemigo.

¿Cuáles son los madianitas de tu vida? ¿Qué quiere Dios conquistar en y por medio de ti este año?

No te conformes con ver que tus hijos o tus nietos se pierden en el mundo, en las drogas o en el materialismo prevalente.

No te conformes con tu pobreza, con tu depresión, tu baja autoestima, no alcanzar tus metas.

Abre tu corazón al Señor y ten un encuentro diario con él. Medita en su cercanía. Pídele al Espíritu Santo que te revele su presencia.

“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20

“Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”. Jeremías 29:13

Gracias Señor por conocer de cerca mis sueños y mis debilidades y por ser un Dios que perdona toda rebeldía, que se duele con mi dolor. En el Nombre de Jesús.

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