▷Un lugar para Dios

Es Tiempo de Conectar, mayo 01

Un lugar para Dios

“Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer.

Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios.

Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.

Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió. Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él.

Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.

Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo.

Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta.

Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva.

Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho.” 2 Reyes 4:8-17.

A Billy Graham, el evangelista más influyente del siglo XX, en una entrevista le hicieron esta pregunta, ¿si pudiera volver a hacer todo lo que hizo en su vida, qué cambiaría? Su respuesta fue que pasaría más tiempo con Dios.

A la sunamita le pasó algo similar, dijo que no solo quería que pasase por su casa, dijo que quería hacerle un “lugar” para que él se quedara en su casa.

Voy a construir un cuarto y poner una cama, una silla y un candelero pues si con sólo su visita impactará mi vida. ¿Qué puede suceder si él se queda?

No tengas a Dios sólo como un invitado, porque el invitado entra y se va, más bien construye un lugar en tu corazón para que Él se quede.

Esta mujer sunamita no tenía una petición específica pero tenía un sueño muerto. Su esposo envejecía, no tenían hijos y no estaba esto en su lista de oración sino que lo que tenía era un sueño muerto y nueve meses después que hizo “el lugar para Dios en su casa” ella estaba abrazando un hijo.

Cuando le das un lugar a Dios, milagros inesperados comienzan a suceder. Lo que estuvo cerrado por años, se abre.

Lo que a nadie le habías dicho pero que era una petición profunda, Dios te la concede.

Doce años después de este milagro el niño murió por un dolor de cabeza, pero como ella tenía cercanía con el Profeta fue a buscarlo a pedirle que vaya a orar por su hijo y el niño revivió.

2 Reyes 8:1 «Ahora bien, Eliseo había dicho a la mujer a cuyo hijo él había revivido: «Anda, vete con tu familia a vivir donde puedas, porque el Señor ha ordenado que haya una gran hambre en el país y que ésta dure siete años».”

Además de darle un hijo, ella y su familia fueron librados de una crisis de hambre y fueron protegidos, todo porque dispusieron sus vidas para ser generosos y darle un lugar al hombre de Dios.

“Al cabo de los siete años, cuando regresó del país de los filisteos, la mujer fue a rogarle al rey que le devolviera su casa y sus tierras.

En esos momentos el rey estaba hablando con Guiezi, el criado del hombre de Dios, y le había dicho: «Cuéntame todas las maravillas que ha hecho Eliseo».

Y precisamente cuando Guiezi le contaba al rey que Eliseo había revivido al niño muerto, la madre llegó para rogarle al rey que le devolviera su casa y sus tierras.

Así que Guiezi dijo: Mi señor y rey, esta es la mujer, y este es el hijo que Eliseo revivió.» 2 Reyes 8:3-6.

Cuando somos generosos con todo aquello que Dios nos da y le honramos con nuestros bienes, te aseguro que nos llegan tiempos de restitución y Dios hace que nos devuelvan absolutamente TODO.

El lugar que esta mujer le construyó al profeta le dio honra, protección, cumplimiento de su promesa, y restitución.

Dios mío, siempre habrá un lugar para ti en mi vida.

Crea un lugar para el Espíritu Santo para que cuando Él pase deje bendición tras suyo.

Cuando Él viene, algo maravilloso pasa… Hoy Dios está buscando sunamitas.

Benny Hinn el autor de “Buenos Días Espíritu Santo” escribió: si quieres tener lo que yo tengo, busca a Dios incansablemente, y dale el lugar que le corresponde al Espíritu Santo.

Si tan sólo intentaremos darle un lugar, los mejores días están por acontecer en tu vida.

Cuando Él venga a quedarse, el sueño de tu vida se hará realidad.

Jeremías 33:6- 9 dice,

“Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad.

Haré que vuelvan del cautiverio a Judá e Israel y los reconstruiré como al principio.

Los purificaré de todas las iniquidades que cometieron contra mí; les perdonaré todos los pecados con que se rebelaron contra mí.

Jerusalén será para mí motivo de gozo, alabanza y gloria a la vista de todas las naciones de la tierra. Se enterarán de todo el bien que yo le hago; también temerán y temblarán por todo el bienestar y toda la paz que yo ofrezco.”

Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, compártelo y suscríbete al canal. Dios te bendiga!

Si el mensaje ha hablado a tu vida, deja un comentario a continuación.