“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes, dice el Señor. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11
Dios tiene un buen futuro para cada uno, tus errores, fracasos, relaciones rotas, caídas, malas decisiones o circunstancias difíciles, no determinan sino que forman tu futuro; es la gracia y lo que Dios hace cada día lo que cuenta.

Mira a algunos grandes personajes bíblicos:
Moisés fue un fugitivo antes de ser libertador.
David, siendo un jóven adolescente fue pastor de ovejas antes de ser rey.
Pablo persiguió cristianos antes de ser apóstol.

El obispo TD Jakes es un líder carismático conocido por ser el fundador y pastor principal de The Potter’s House (La Casa del Alfarero), una mega iglesia ubicada en Dallas, Texas. La historia que comparte el pastor T.D. Jakes sobre su hija es poderosa pues siendo una niña de sólo 13 años quedó embarazada siendo él un líder cristiano en pleno auge.

Para muchos, ese habría sido el fin de sus sueños, una gran prueba que lo hubiera podido llevar a la ruina justo al comienzo de una gran ministerio que ha hecho gran impacto,sin embargo, Dios no ve solo el punto de partida, Él ve la historia completa. Hoy, esa misma joven es pastora y escritora, usada por Dios para inspirar a otros.

Lo mejor es que Dios no se fija en la primera parte de tu historia, esa parte es sólo una parte aún si esa parte está llena de errores y fracasos.

Tres verdades que debes recordar:
Tu error no es tu identidad.
Lo que hiciste o lo que pasó en tu vida no determina quién eres. Tu verdadera identidad está en Cristo.
Dios convierte pruebas en testimonios poderosos.

Lo que parece una derrota puede ser el escenario para que su gloria se manifieste. No permitas ser marcado por el fracaso, sino por la gracia de Dios que transforma tu vida.

Lo importante es mantenerse y perseverar.
Jesús dijo: “El que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 24:13). No importa cuántas veces tropieces, lo que cuenta es cómo te levantas y hacia dónde corres: hacia Cristo.

Aplicación práctica:

Si has cometido errores, reconoce que no son el final. Permite que Dios escriba un nuevo capítulo en tu vida.

Rodéate de personas que te inspiren y te recuerden tu propósito, no de voces que te condenen.

Escribe ahora mismo en un cuaderno: “Este no es mi final” y debajo anota el sueño o propósito que crees que Dios ha puesto en ti.

Oración:
Señor, gracias porque mi historia no termina en mis errores ni en mis fracasos. Gracias porque Tú eres el autor y consumador de mi fe, y lo que comenzaste en mí lo llevarás a término. Ayúdame a confiar en que Tú puedes usar incluso mis caídas para levantarme más fuerte. 

Que mi vida sea un testimonio de que contigo no importa dónde empiezo, sino dónde termino. Amén.

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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global