
Es Tiempo de Conectar, julio 013
Cuando el Dolor Toca a la Puerta
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza.” Salmo 46:1-3
Cuando una calamidad natural golpea, un deslizamiento de tierra, un terremoto, una tormenta, una inundación, y se pierden vidas inocentes, el dolor no es solo físico, también es emocional y espiritual. De repente, la tragedia toca a la puerta y todo lo que parecía estable se tambalea. Se destruyen hogares, se lamentan vidas, y el alma se llena de preguntas: ¿Dónde está Dios? ¿Por qué lo permitió? ¿Cómo seguir adelante?
En esos momentos, el Salmo 46 nos recuerda una verdad profunda: nuestra seguridad no está en lo que se puede ver, sino en Aquel que nunca se mueve. Dios no siempre evita la tormenta, pero sí promete ser nuestro refugio dentro de ella.
No tenemos todas las respuestas, y el sufrimiento no se minimiza con frases fáciles. Pero tenemos una promesa firme: Dios está con nosotros en medio del dolor. Él llora con los que lloran, sostiene al que ha caído, y transforma las ruinas en lugares donde puede volver a brotar la vida.
Hay momentos en la vida que las pruebas son tan difíciles, el dolor tan grande, que no habría sido posible sobrevivir de no ser por el aliento de Dios. No hubiera sido posible salir adelante, nos hubiéramos marchitado y muerto, espiritual, emocional y quizás incluso físicamente, de no ser por Dios.
Pienso en las personas que perdieron a sus seres queridos recientemente en Texas, o el sufrimiento de las personas inocentes en la Franja de Gaza, la guerra en Ucrania, etc.
Reflexión:
¿Estás buscando entender el “por qué” de tu sufrimiento o más bien confias en el “para qué” de Dios?
¿Crees que Él está presente, aun cuando no lo sientas?
Si estás pasando por una tragedia, acércate a la Palabra de Dios, es como una roca, un cimiento sobre el cual puedes descansar. Ha sido para mí una fuente inagotable de consuelo, de paz y de descanso. ¿Dónde estaría sin ella? No sé si habría sobrevivido.
No existen soluciones sencillas a nuestros problemas sin embargo cuando te evalúas, cuando buscas a Dios en las Escrituras, día tras día, durante un largo período, algo sucede en tu interior. Sientes una conexión y cercanía crecientes con Dios, un vínculo inquebrantable. Te cambia, encuentras fuerza y paz dentro de ti.
Respira el aliento de Dios. Tienes una roca sobre la cual asentarte. Hay un fundamento sólido para la vida. Dios te da todo esto a través de su Palabra.
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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global