
Es Tiempo de Conectar, julio 018
La Verdad versus la Mentira
«Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.»
—Juan 17:17
En un mundo lleno de opiniones cambiantes, fake news o noticias falsas y voces que compiten por nuestra atención, encontrar algo en lo que podamos confiar completamente es cada vez más difícil. Sin embargo solo tienes qué abrir la Biblia y creer a Jesús quien nos dice con claridad y firmeza en Juan 17, «Tu palabra es verdad.»
La Palabra de Dios no cambia sino que permanece, no está sujeta a los tiempos, las modas ni las emociones. No está sujeta a interpretación cultural ni a conveniencias humanas. Es eterna, firme y confiable. En ella encontramos dirección, consuelo, corrección y esperanza. Es la voz del Padre hablándonos con amor y autoridad.
Cuando todo parece incierto, Su Palabra es como un ancla.
Cuando las circunstancias nos confunden, Su verdad nos guía.
Cuando el enemigo susurra mentiras, Su voz nos recuerda quiénes somos y a quién pertenecemos.
¿Qué es una mentira? Es todo aquello que se opone a la verdad de la Palabra de Dios, todo lo que la contradice.
Al estudiar la Biblia y enamorarnos de la Palabra, aprendemos que es fuente de toda inspiración. No es una verdad, no contiene elementos de verdad, es TODA LA VERDAD.
Juan 8:44 dice,
“Ustedes son de su padre el diablo, y quieren cumplir con los deseos de su padre, quien desde el principio ha sido un homicida. No se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de lo que le es propio; porque es mentiroso y padre de la mentira.”
Una poderosa arma del enemigo en contra nuestra es la mentira. La verdad es Jesús y cuando tenemos a Jesús en nuestro corazón y tenemos una íntima comunión con Dios podemos identificar la mentira. El único que nos podrá librar del peso de la verdad de nuestro pasado es Jesús.
Nuestra mente es el campo de batalla del enemigo quien quiere anular el propósito de Dios en nuestra vida.
¿Qué debemos hacer entonces? Cada día debemos buscar a Dios e identificar los dardos de mentira que el enemigo nos lanza y anularlos con la Palabra de Dios.
“Eres todo lo que la Palabra de Dios dice que eres, tienes todo lo que la palabra de Dios dice que tienes y puedes hacer todo lo que la palabra de Dios dice que puedes hacer.”
Que tu dirección y tu inspiración sean la Palabra de Dios.
Juan 17:17 dice: “Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu Palabra, la cual es verdad.”
Jesús oró para que fuéramos enseñados en la Palabra para que así permanezcamos en ella.
Reflexiona hoy:
¿Estás dedicando tiempo a leer la Palabra con un corazón dispuesto a escuchar?
¿Hay alguna área de tu vida donde has estado guiándote más por emociones que por la verdad de Dios?
Efesios 4:24 dice: “Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
Vístete de la verdad de Dios, quita de tu vida esos vestidos de pecado y vuélvete a la santidad de Dios; cuando una mentira del enemigo te dice que estás enfermo, la verdad de Dios dice que en la cruz fuiste sanado.
Mientras que la mentira te dice que nunca podrás ser libre de tu pasado o de tus adicciones del presente, la verdad de Dios te dice: «las cosas viejas pasaron, Él hace nuevas todas las cosas.”
Cuando veas escasez de recursos, no escuches al enemigo que te dice que eres un pobretón, dile más bien que eres hijo(a) de Dios y que Él va a suplir todas tus necesidades según Sus riquezas en gloria.
Cuando seas tentado con adulterio e infidelidad, dile al enemigo que tu esposa(o) es lo más hermoso que tienes y que sólo Dios llena tus vacíos.
Te animo a que en voz alta repitas esta verdad una y otra vez y te aseguro que vas ir rompiendo con esos patrones que te mantienen cautivo.
Jesús lo dijo así en Juan 8:31-32: “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”
A todos nos llega el momento de confrontarnos con nuestra propia realidad. Así que no te demores en tener un encuentro con Jesús y aceptar que fallaste. Es cierto que soy culpable de todo lo que se me acusa, pero mi verdadero valor está en Dios y con Él puede haber un borrón y cuenta nueva.
Oración:
Señor, gracias por tu Palabra, que es verdad y vida. Ayúdame a amarla, creerla y vivirla cada día. Que en medio del ruido del mundo, tu voz sea la que marque el rumbo de mi vida. Amén.
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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global