Es Tiempo de Conectar, mayo 018

Los escombros bajo nuestros pies

“ Reconstruirán las ruinas antiguas y restaurarán los escombros de antaño; …” —Isaías 61:4

“ Jesús dijo: “ Apacienta mis ovejas… Sígueme.” —Juan 21:17, 19
Jesús construye sobre lo está quebrado. No empieza desde cero sino que empieza desde las ruinas y las cicatrices.

El Reino está conformado por vidas recuperadas, historias restauradas y escombros bendecidos.

El milagro de la pesca con Pedro en la orilla del mar después de la resurrección de Jesús llegó tras su fracaso, su negación y un profundo arrepentimiento. Y, sin embargo, Jesús no lo descalificó. No ignoró los escombros sino que edificó sobre ellos.

« Apacienta mis ovejas», dijo.
En otras palabras: tu fracaso no te va a descalificar sino que va a profundizar tu llamado. Tus errores se convierten en el mensaje eficaz en manos del Maestro.

Éste es el modelo del Reino:
Reconstruir las ruinas
Restaurar lo devastado
Utilizar lo que está roto como base de algo eterno.
Nadie construye sin cicatrices

Los aprendices llevan heridas, son señales de su oficio. Algunas aún están sanando, otras ya se han convertido en cicatrices. Pero ninguna es en vano. Cada una es una historia que vale la pena contar. 

Solo quienes construyen sin cicatrices son quienes no han construido lo suficiente como para ser probados.

Incluso Jesús resucitó de la tumba con heridas claramente visibles. Era prueba de que la muerte había hecho estragos. Él mira tu vida, tus escombros, tu pasado, tu agotamiento y te dice: «Sígueme. Construyamos».

Los escombros son sagrados
Isaías profetizó sobre un pueblo que se levantaría, no sobre un lienzo en blanco, sino sobre escombros.

Ellos:
Van a reconstruir ruinas antiguas
Van a restaurar generaciones enteras devastadas por el pecado
Van a renovar ciudades abandonadas desde hace tiempo
No es una reconstrucción romántica ni idealista, es una restauración dolorosa que nos saca lágrimas. Así obra Dios. Él construye el futuro sobre un pasado redimido. Y eso incluye el tuyo.

Al considerar lo lejos que has llegado, no olvides ni evites tus escombros. Deja que el Espíritu te muestre cómo construir con ellos. No necesitas estar libre de cicatrices. Solo necesitas decir SÍ.

Donde has fallado
Donde te han aplastado
Donde caminaste por el fuego y saliste con cicatrices.
¡Ahí es donde las raíces de la resurrección son profundas!

Estoy parado sobre escombros sagrados. Las ruinas no son mi vergüenza; son mi punto de partida. Jesús sigue construyendo y me ha invitado a que sea parte de la obra.

Preguntas claves:
¿Qué parte de tu pasado crees que te descalifica para construir?
¿Aún crees en la mentira de que sólo las personas perfectas son llamadas?
¿Puedes ver los escombros como terreno que es recuperado para algo sagrado?

Oración de restauración:

Jesús, tú sabes lo que es caminar entre ruinas y reconstruir con amor. Enséñame a no despreciar mis cicatrices ni a intentar limpiar todos los escombros antes de empezar. Muéstrame cómo reconstruir desde lo quebrantado, cómo perdonarme y cómo confiar en que aún me llamas, incluso ahora. Amén.

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Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global

 

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