
Es Tiempo de Conectar, mayo 019
Presencia y poder otorgado
“Y yo pediré al Padre y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre…porque vive con ustedes y estará en ustedes.” Juan 14: 16-17
“¡Sé fuerte, pueblo de esta tierra!”, afirma el Señor. “¡Manos a la obra, que yo estoy con ustedes! …Mi Espíritu permanece en medio de ustedes…No teman”. Hageo 2:4-5
No es necesario que construyas con tus propias fuerzas pues la buena noticia es que la vida de resurrección vive en ti. El Espíritu mora contigo, reposa sobre ti y te capacita para llevar la Presencia a lugares aún en ruinas.
La presencia de Dios no es algo momentáneo y para simplemente ir de visita, es algo que permanece y llevas contigo. No es solo para momentos de éxtasis ni, por así decirlo, para cuando te sientes espiritualmente “preparado». Es para siempre. Está contigo ahora. Jesús les dijo esto a sus discípulos justo antes de ir a la cruz, justo antes de que la Resurrección lo cambiara todo.
Vida de resurrección interior
La Resurrección no es tampoco solo un acontecimiento para celebrar sino que es el tipo de vida que debemos vivir, el tipo de vida que hace que las cosas muertas respiren de nuevo, el tipo de vida que entra en habitaciones cerradas y dice: «La paz sea contigo».
Es el tipo de vida que ignora y se retira de las ruinas, sino que reconstruye sobre ellas.
Y no se encuentra lejos. La Escritura nos recuerda que está en ti. La vida de resurrección no es una doctrina, es una presencia. El Espíritu Santo es el aliento de esa vida, que ahora vive en ti.
Tú eres ahora la morada
En los días de Hageo, el pueblo estaba desanimado, estaban rodeados de escombros. El templo que intentaban reconstruir no se parecía en nada a los días de gloria de Salomón. Pero el mensaje de Dios fue sencillo: «Esfuércense… y trabajen… porque yo estoy con ustedes».
No prometió tranquilidad. ¡Prometió presencia! Ahora Jesús repite lo mismo a sus discípulos, sólo que esta vez no sólo es “Estoy con ustedes” sino “Estaré en ustedes » .
El Espíritu dentro de ti es poder de resurrección
Puede que aún veas ruinas, puede que aún te sientas incompleto y mal equipado, sin embargo ahora eres la morada del Dios viviente. Y Él no te resucitó para que te quedaras quieto, te resucitó para construir. Para llevarte adelante. Para ir. El Ayudador, el Abogado, el Espíritu de verdad, vive en ti. Y no te va a abandonar.
Recuerda respirar el aliento celestial lenta y profundamente. Que sea más que un simple aliento: que sea recuerdo, sanación y restauración. El Reino no avanza a partir de los talentos, avanza por medio de personas que llevan la Presencia de Dios. Así que el Espíritu no sólo está cerca…
El Espíritu está en ti.
La vida de resurrección no es algo que esperas, es lo que vives…. ¡AHORA MISMO!
Recibo de nuevo la verdad: La vida de resurrección es mía. El Espíritu está en mí. Me levantaré, reconstruiré y llevaré la Presencia adondequiera que me envíes.
Preguntas claves:
¿En qué aspectos de tu vida estás viviendo como si la tumba estuviera cerrada?
¿Estás esperando una señal sabiendo que el Espíritu ya ha sido dado?
¿Cómo cambiaría tu estructura si realmente creyeras que la vida de resurrección vive dentro de ti?
Oración de restauración:
Espíritu Santo, no eres un visitante; soy tu morada. Que la vida de resurrección resucite en mí. Que tu presencia llene los escombros. Que tu voz se eleve por encima del miedo y me permítas construir, no con mis fuerzas, sino con el poder de Cristo resucitado que ahora vive en mí. Amén.
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Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global