Es Tiempo de Conectar, junio 02

Un corazón conforme al de Dios

»Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento.

Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre. De modo que toma esto en serio; el Señor te ha elegido para construir un templo como su santuario. Sé fuerte y haz el trabajo.» 1 Crónicas 28:9-10 NTV.

David le dice a Salomón: «aprende» a conocer íntimamente a Dios, y si le dice que aprenda es porque no sabía y era clave que aprendiera a conocer a Dios de una manera íntima y personal.

Un claro ejemplo de esto es Job, que había caminado con Dios, pero no lo había conocido íntimamente.

Job 42:5, “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.”

Ver a Dios y conocerle íntimamente va más allá de una oración, de un tiempo de encuentros cortos, y de buscarlo cuando estás pasando por necesidad. Es no tenerle como un Dios bombero.

CONOCERLO ÍNTIMAMENTE.

Que nuestro corazón lata al par que el suyo. Es escucharlo, entenderlo, amarlo por encima de nosotros mismos. Es no desesperarnos cuando guarda silencio, porque sabemos que igual está ahí. Es tener convicción de que nada malo nos podrá pasar porque sabemos que Su poder nos salvará de cualquier circunstancia.

¿Cómo podría Salomón construirle templo a Dios si no le conocía de una manera íntima, personal y profunda?

De igual manera,

¿Cómo podremos servirle si no le conocemos?

Sin intimidad y sin su presencia, en vano es el trabajo que queremos hacer para El. La adoración para ser genuina tiene que ser pura, tiene que ser una entrega y rendición a alguien que conocemos.

Jesús se lo explicó claramente a la mujer samaritana en Juan 4:22 NVI,

“Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos.”

Mientras más lo conozcas, tu adoración será un perfume grato delante de Dios.

Adoración es reconocerle y buscarle apenas nuestros ojos se abren en la mañana, es ponerle por encima de lo que somos y lo que tenemos, es buscarle por lo que Él es y no por lo que Él nos da.

Si Dios no te diera lo que le pides y no respondiera a tu oración ¿De igual manera lo adorarías?

De la manera cómo respondas a esta pregunta te vas a dar cuenta si lo adoras genuinamente o por conveniencia.

Deuteronomio 6:13 NVI: “Teme al Señor tu Dios, sírvele solamente a Él, y jura sólo en su nombre.”

Nuestra vida tiene que ser un servicio a Dios, tenemos que ser siervos ejemplares, que nuestras obras hablen de que Dios está vivo. Porque no podemos decir que amamos a Dios si no amamos a los demás y aprendemos a ser siervos.

Siempre hay una forma en la que podemos ayudar y servir para que el Reino de nuestro Dios se extienda aquí en la tierra.

Debemos tener una mente dispuesta para traer cambios a nuestro alrededor, pero primero tenemos que aprender a cambiar nuestra propia manera de pensar. Porque nuestros pensamientos son los que marcan nuestras creencias y nuestros actos. Nosotros somos y hacemos lo que pensamos.

Romanos 12:2 NVI, “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”

Cuando uno está dispuesto a transformar y renovar su mente es que Dios nos enseña Su voluntad, la cual es buena, agradable y perfecta. Si queremos vivir conforme al corazón de Dios, debemos GUARDAR NUESTRO CORAZÓN porque este es engañoso y sólo Dios lo conoce bien.

Proverbios 4:23 NTV, “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.”

David le dijo a Salomón que el Señor mira los corazones porque él sabía que había sido escogido por su corazón y que eso lo colocó en la mira de Dios.

Dios ya sabía de antemano el plan de David de construcción del templo. Él siempre sabe nuestros planes pero lo que busca es que los pongamos en acción y los ejecutemos.

Salomón no sólo debía saber el plan sino también ejecutarlo tal como Dios se lo había mostrado a David su padre. David lo animó a que fuera fuerte y que hiciera bien su trabajo.

Jeremías 29:11 NVI, “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”

Nuestros planes para poder ejecutarlos conforme al plan maestro deben tener una visión y estar llenos de esperanza y Dios tiene qué estar en el centro de nuestros planes y no podemos desvincularlo de lo que nos propongamos ejecutar en nuestras vidas.

BÚSCALO Y LO ENCONTRARÁS

No hay forma de vivir conforme al corazón de Dios, si no lo buscamos.

Amós 5:4, “Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.”

La vida plena la encontraremos cuando lo busquemos. Él jamás nos va a dar la espalda, cuando lo busquemos, lo encontraremos.

NUNCA TE APARTES DE ÉL

David al terminar de darle las instrucciones de vida a Salomón, concluye con el punto más importante diciéndole que si se aparta de Dios, Él lo va a rechazar.

David sabía muy bien que Salomón podría enfrentar problemas, tristezas, pero por nada se podría apartar de Dios.

Proverbios 4:27, “No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.”

Pasemos lo que pasemos y vivamos lo que nos toque vivir, no podemos apartarnos de Dios.

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