Devocional 020 agosto

Es Tiempo de Conectar, agosto 020

Debes nacer de nuevo

“Jesús le respondió: Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios. ¿Qué quieres decir? exclamó Nicodemo. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo? Jesús le contestó: Te digo la verdad, nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu. Juan 3:3-5

¿Qué significa nacer de nuevo?
Nicodemo era un hombre religioso y muy respetado entre los judíos y Jesús le sorprendió con una verdad radical, le dijo: mira Nicodemo, el que seas muy buen judío, que guardes con celo la tradición, que tengas mucho conocimiento o que hagas buenas obras nos son suficientes; es necesario que nazcas de nuevo.

Jesús no se refiere a un nuevo nacimiento físico, sino a un nuevo comienzo espiritual. Es el momento en el cual el Espíritu Santo produce un cambio interno, regenerando el corazón y dándole una nueva naturaleza, sientes Su presencia y reconoces tu profunda necesidad de Dios, te arrepientes de tus pecados, y por fe recibes a Jesucristo como Señor y Salvador.

De la misma manera que nadie puede nacer por tí físicamente, así es nacer de nuevo en el Espíritu.

Por estos días nuestra hija menor nos dio el tercer nieto, Emilia. Hemos estado con ella desde que nació y hemos podido ser testigos de la hermosura de la vida. De manera similar, nacer de nuevo espiritualmente es una experiencia única, hermosa y auténtica que nada ni nadie puede producir por ti.

No hay obras, promesas que podamos hacer o iglesia alguna que lo pueda producir.

En Efesios 2: 1,3-5, leemos, “Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa…Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)”

“Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo.” Ezequiel 36:26.

“Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.” Juan 1:12-13.

Jesús fue claro: sin nacer de nuevo no podemos ver el Reino de Dios.
Cuando alguien muere a todo impulso moralista, a su religión, a sus virtudes, sus propios criterios, a sus filosofías y a todo aquello en lo que se ha apoyado aparte de Jesucristo, entonces puede nacer del Espíritu y recibir una vida que nunca antes había tenido.

Te aseguro que vas a ser consciente del momento en que naciste de nuevo pues tu relación con Jesús es personal.

Hay algo en mi vida que me conecta con Jesucristo como mi salvador. Nacer de nuevo significa ver y experimentar a Jesús.

El nuevo nacimiento trae consigo una nueva visión que me permite discernir la esfera espiritual y el gobierno de Dios. Cuando nazco de nuevo, veo que su gobierno siempre estuvo presente.

Al nacer de nuevo mis creencias cambian, la fuerza del pecado que antes me dominaba pierde su control sobre mi. El pecado que tanto me esclavizaba y dominaba pierde fuerza. Ya soy consciente de la destrucción que esos pecados producían en mí.

Nacer de Dios significa que he recibido de él el poder sobrenatural para dejar de pecar. La Biblia nunca pregunta:

¿Los cristianos pecan? Dice enfáticamente que nadie nacido de Dios seguirá pecando, pero en 1 Juan 2:1, dice

“Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo.”

El efecto del nuevo nacimiento en nosotros no es simplemente que recibimos el poder para dejar de pecar; es que realmente dejamos de pecar, el pecado que antes me esclavizaba ya no me apetece. Nace en mí un nuevo amor, un deseo de conocerle más, de experimentar más de Su poder.

“Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios.”
1 Juan 3:9.

Oración
Señor, te recibo como mi salvador personal, gracias que en Cristo me has dado una nueva vida. Ayúdame a vivir cada día como alguien que ha nacido de nuevo, con un corazón renovado y un propósito claro en Ti. Amén.

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Creado y narrado por Juan Bravo. producido por Conectar Global

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