Es Tiempo de Conectar, mayo 024
No es en vano
“Él es anterior a todas las cosas, y en él todas las cosas subsisten… por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las de la tierra como del cielo, haciendo la paz mediante su sangre…” Colosenses 1:17, 20.
“ Por tanto, mis queridos hermanos y hermanas, manténganse firmes. Que nada los conmueva. Entréguense siempre de lleno a la obra del Señor, porque saben que su trabajo en el Señor no es en vano.” 1 Corintios 15:58
Si Cristo verdaderamente resucitó y es supremo sobre todas las cosas, entonces nada de lo que hagamos en su nombre es en vano. La resurrección no es solo tiempo pasado, es poder presente y promesa futura. Por eso la santidad importa ahora, y por eso no nos damos por vencidos.
Han transcurrido 35 días desde la Resurrección y para muchos de nosotros, el asombro se ha apagado, la rutina diaria ha regresado, la tumba sigue vacía. La gente sigue enfermando, en el mundo siguen habiendo guerras y sigue habiendo destrucción. Pero la resurrección no fue el final de la historia sino que fue el comienzo de la irrupción de una nueva creación que te incluye a ti.
La supremacía de Cristo lo cambia todo. Colosenses 1 nos hace ver que Cristo no sólo resucitó sino que está reinando sobre toda autoridad, sobre cada enfermedad, sobre la muerte y el tiempo, sobre el pasado, el presente y el futuro, durante tu semana habitual.
Porque Cristo reina, puedes ser santo hoy mismo. No solo eres perdonado, estás siendo restaurado a su semejanza, día a día.
No en vano Pablo dice algo audaz después de describir la gloria de nuestro futuro resucitado:
Que “Su trabajo no es en vano.”
No nos dice:
• “Tu trabajo siempre será fácil.”
• “Tu dolor siempre tendrá explicación.”
• “Verás resultados de inmediato.”
¡No! Sólo dice que no es en vano. Porque el Rey está vivo. Porque la tumba no pudo retenerlo. Porque formas parte de un Reino eterno, uno que nunca morirá.
Esta visión del «fin de los tiempos» o que se conoce como escatología, no es para trazar cronogramas sino que es para preparar nuestras almas y nuestros hábitos para el regreso del Rey.
Tiene qué ver con nuestra santificación, con crecer en el amor ahora con ser santificados no sólo para el cielo, sino también para el servicio aquí en la tierra.
Porque la resurrección es una esperanza, es una manera de vivir y un llamado..
Preguntas claves:
¿Sientes cansancio en la lucha diaria de la fe, pensando que no tiene sentido?
¿Estás viviendo como si la resurrección fuera algo del pasado, en lugar de algo hacia lo que estás caminando?
¿Y qué tal que tus pequeños actos de obediencia fueran los ladrillos con los que Dios está edificando Su Reino eterno?
Oración de restauración:
Cristo resucitado y reinante, enséñame a vivir hoy como si la resurrección aún importara. Hazme santo, no solo algún día, sino hoy mismo. Moldea mis palabras, mi trabajo, mi corazón y mis relaciones para que reflejen el Reino que estás construyendo. Y hazme creer, incluso cuando no lo vea, que nada de lo que hago en tu nombre es en vano. Amén.
Te animo a que hagas uno de nuestros cursos en www.conectarglobal.org que son sin costo alguno.
Escrito por Jen Wilson, narrado por Juan Bravo, producido por Conectar Global