Es Tiempo de Conectar, abril 04

1 Juan 1:7 “Pero si vivimos en la luz, así como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.”

La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.

Todos, de una manera u otra, le hemos fallado a Dios. La Biblia es clara y dice que la paga del pecado es la muerte, por lo tanto, todos los que hemos pecado, ya sean grandes pecados o chicos, ya sean muchos o pocos… debemos morir.

Jesús vino a la tierra justamente con el propósito de morir y de esa manera, Su sangre derramada en la Cruz nos limpia de todo pecado. La sangre de Jesús en la cruz no solo borró nuestro pecado sino también se llevó toda culpabilidad y todo sentimiento de condenación.

No fueron ni los judíos, ni los romanos los que clavaron a Jesús en la Cruz, sino que fueron mis pecados y su amor por mí. Muchas personas se sienten culpables por su pasado, se sienten indignos y sienten que no merecen el amor de Jesús, pero cuando la sangre de Jesús toca nuestras vidas no solo nos limpia sino que nos hace merecedores y herederos de todas las bendiciones de nuestro Padre Celestial.

Juan 6: 53-56 “Ciertamente les aseguro —afirmó Jesús— que si no comen la carne del Hijo del hombre ni beben su sangre, no tienen realmente vida. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en Él.”

La sangre de Jesús nos da vida eterna.

Necesitamos de la sangre de Jesús sobre nuestras vidas si queremos tener una vida eterna junto a Él.

Muchas religiones dicen que hay una vida después de la muerte y que para poder alcanzarla necesitamos hacer buenas obras, otras sostienen que hay otra vida a través de la reencarnación… Así que, te puede tocar ser otra persona, pero también si te portas mal, te puedes reencarnar en un animal o incluso en una planta. Pero Jesús ha sido el único que ha dicho que, gracias a Su sangre, podremos resucitar y tener una vida eterna junto a Él.

Apocalipsis 12:10-11, “Luego oí en el cielo un gran clamor: Ha llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte.”

La sangre de Jesús nos da la victoria sobre el enemigo.

El enemigo ha venido a robar, matar y destruir. Trae enfermedad, pobreza, tristeza y soledad a tu vida pero nosotros debemos entender que tenemos victoria sobre el enemigo a través de la sangre de Jesucristo.

La sangre de Jesús tiene poder para sanar, para restaurar y para dar vida. Jesús vino no solo para dar Su vida sino también Su sangre para que tú y yo tengamos victoria sobre el enemigo y podamos disfrutar de esa vida abundante que Dios tiene para nosotros.

Éxodo 12: 12-13 “Esa misma noche pasaré por todo Egipto y heriré de muerte a todos los primogénitos, tanto de personas como de animales, y ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así, cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora.”

La sangre de Jesús nos da protección.

Desde los tiempos de Moisés, la sangre ha sido símbolo de protección sobre el pueblo de Dios. Él envió diez plagas sobre Egipto para que liberara al pueblo de Israel, pero no fue sino hasta la última plaga que los egipcios se rindieron.

Esta plaga consistía en que todo primogénito que vivía en Egipto, desde el primogénito de faraón hasta los primogénitos de los animales, moriría a causa de la plaga pero para que ninguno de los hijos de Israel muriera, Dios les dio una señal… que marcaran las puertas de sus casas con la sangre de un cordero sin defecto.

Esa sangre protegió la vida, las casas y las pertenencias de los israelitas. Ahora, si la sangre representativa de un cordero protegió a los israelitas de la mortandad… ¡cuánto más protegerá la sangre de Jesús nuestras vidas, nuestras familias y nuestras pertenencias!

Ten la seguridad de que la sangre de Jesús está sobre tu vida, te limpia, te da vida eterna, te da victoria sobre el enemigo y te da protección.

Cuando Dios te mira, mira sobre ti la sangre de Su hijo. Él perdió un hijo para ganarte a ti como Su hijo, como Su hija.