Lo mejor está por venir

Devocional diario junio 05

Lo mejor está por venir

A estas alturas del año muchos están cansados, con ganas de tirar la toalla… Te hablo a ti que piensas “¡ya no doy más!” Voy a tirar la toalla.

No hay tiempo para desanimarse, Jesús dijo en Mateo 11:28: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso».

¿A quién tenemos que ir cuando estamos cansados? No es a una agencia de viajes para conseguir un boleto aéreo al Caribe, ni a que nos hagan unos estupendos masajes en un spa; aunque las ideas son bastantes atractivas, no son los caminos correctos, la solución tampoco es tener amarrado a tu consejero en un cómodo sofá escuchándote durante dos horas diarias… El camino correcto, dice la Biblia, es a buscar a Jesús.

¿Tienes una carga pesada? Una carga compartida entre dos es menos atroz, quita de tu vida todo lo pesado y recibe el descanso de Jesús. Ya no estés llorando por todo lo que no conseguiste hasta ahora, ni empieces el nuevo mes pensando que eres un fracasado… Deja a un lado esos pensamientos que te dicen que ya en este tiempo no hay nada qué hacer. ¿Sabes que he hecho yo? Decidí seguir el consejo del apóstol Pablo «…olvido el pasado, y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios me llama por medio de su Hijo Jesús». Filipenses 3:13-14

Échale tierra a tu pasado, olvídate de él, entrega tus cargas pesadas a Jesús y empieza esta nueva mitad del año sin sobrecarga. Me gusta pensar que somos como esos obreros de la undécima hora, de esos que nos habla Mateo 20:1-16… Muchos fueron contratados para trabajar desde las primeras horas y otros sólo una hora antes de terminar el trabajo, pero el mismo día cada uno de ellos recibió el pago de una jornada completa. ¿Injusticia? No, Dios lo llama Gracia y yo también la llamo así.

Tú eres el obrero, Dios te contrató quizá hace un mes, hace seis meses o hace unas cuantas décadas. No importa hace cuánto, el punto es que estás trabajando para Él y puede que tú seas de “los que llegaron tarde”… de los undécimos, de los que viven esperando escuchar su nombre para empezar a trabajar.

¿Eres acaso de los que está sentadito en la plaza esperando su turno para ser bendecido? ¿Estás esperando por el turno para una promoción… el turno para obtener una recompensa, el turno para recibir el tan ansiado milagro?

Muchos se pelean con Dios en los momentos de espera, pero déjame decirte que Él es un empleador justo. Él ve tu esfuerzo, tu trabajo y estoy seguro de que pronto escucharás tu nombre por el megáfono espiritual…

Sí, tu nombre será boceado y tu milagro será una realidad pues también te pasará a ti lo que sucedió en Mateo 20. NO VAS A ESPERAR MUCHO, HOY MISMO SERÁS BENDECIDO CON AQUELLO QUE TU CORAZÓN  ANHELA.

Recuerda que siempre Dios nos da la oportunidad de levantarnos y apoderarnos de las promesas que nos dio. Él ha creado un paraíso para ti, no tienes por qué cansarte de esperar y mucho menos desanimarte. Tú, que pensabas que eras de los que no ganaban nada… ni la rifa del colegio, ni la sorpresa en la chocolatina.

¡Sí, tú! Ellos pensaron que serías el último en cumplírsele algo, ellos que te dijeron: “Para ti, a Dios ya se le acabaron los milagros, ni el premio de consuelo te va a  tocará”.

Mi amigo lector, siempre he creído que el que ríe de último, ríe mejor y acabo de descubrir que esto es cierto bíblicamente: “Así que los que ahora son últimos, ese día serán los primeros, y los primeros serán los últimos» v.16NTV Entonces, levántate cada día a conquistar todo lo que está a tu alcance, no te rindas en el camino pues estás cerca…“tu turno” está por llegar. Disfruta este mes que queda y dale con todo…

¡Ánimo, que aún no ha llegado lo mejor! Dios tiene el postre para ti, Él tiene lo más rico separado para ti… Recuerda que lo mejor siempre llega de último.

No importa cuánto hayas estado esperando. Dios te va a conceder eso que más anhelas…

Realiza conmigo esta oración: “Señor, tú sabes lo que anhelo, oyes todos mis suspiros” Salmo 38:9 NTV

Y no olvides que nada se le escapa a Dios, ¡NADA! Aún tus suspiros los conoce. Más que cualquier otra persona, Dios te conoce y te ama… incluso sabe lo que estás pensando en este preciso momento. Me emociona pensar que lo mejor está por venir que estás a punto de escuchar tu nombre… toc toc… Es más, ya están llamando a tu puerta. ¡No olvides contármelo, incluso antes que suceda!