Es Tiempo de Conectar, noviembre 05

La visión de Jesús de traer redención y reconciliación a la humanidad fue lo que orientó su vida y ministerio, no la tuvo fácil y tuvo que enfrentar muchas pruebas, muchos enemigos y muchas limitaciones. Su vida es un modelo para nosotros imitar al vencer los obstáculos que encontramos en nuestras propias vidas.

A todos nos pasa igual, en especial cuando tenemos claras las metas en nuestra vida.

Nick Vujicic es un gran líder y predicador australiano que nació sin brazos y sin piernas y que a pesar de sus limitaciones no han sido un obstáculo para viajar por el mundo predicando, tener esposa y cuatro hijos.

¿Qué es un obstáculo?

Un obstáculo es cualquier cosa que se atraviesa en el camino impidiéndonos llevar a cabo los propósitos que Dios tiene para nosotros y a través nuestro.

Para un momento y reflexiona sobre tu vida, y haz una lista de los retos, problemas u obstáculos que actualmente enfrentas para poder cumplir tus sueños.

¿Cuál es el principal obstáculo que quisieras vencer?

DL Moody fue un predicador muy famoso del siglo 19 que fundó el reconocido Instituto Bílico Moody con sede en Chicago, además de otras organizaciones cristianas y dijo:

“He tenido más problemas con D.L. Moody que con cualquier otro hombre.”

¡Sin lugar a dudas, el principal obstáculo a vencer soy yo mismo!

Siempre que tengo problemas, mi primera reacción es buscar al culpable afuera pero donde siempre debo mirar primero, es dentro de mí mismo pues las luchas personales frecuentemente se experimentan como luchas internas y limitaciones que son quizás las más difíciles de superar.

Dios tiene un propósito con cada una de nuestras vidas, Él nos creó para que le demos gloria a Él en la familia, la iglesia, mi profesión, el trabajo, en todo Él quiere lo mejor para nosotros.

El diseño original de DIos con el hombre fue primero que lo conociera, que caminara con Él a diario y que reflejara a Dios en su vida. El desea que crezcamos en todo y al final de cuentas servirle a El.

Pero el pecado nos llevó no a enfocarnos en Dios sino en nosotros mismos y es por esto que los obstáculos personales se convierten en mi mayor desafío a vencer si quiero tener una vida fructífera y plena.

Luchas de tipo moral, de salud, emocionales y quizás el mayor de todos un pobre concepto de sí mismo son importantes de vencer.

Cuando luchamos con una baja autoestima somos incapaces de convertirnos en la persona que Dios nos ha diseñado ser.

Una comprensión apropiada de quienes somos en Cristo, transforma la manera cómo nos vemos a nosotros mismos.

“¿Qué podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada?” Rom 8:35.

Rom 8:37-39,
“Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor.”

Jesús compartió nuestra humanidad y tuvo las mismas luchas que nosotros enfrentamos cada día, Jesús experimentó el rechazo y la soledad después que su familia y amigos más cercanos no lo comprendieron y gente de su propia sinagoga no creyó en Él.

El lugar donde debemos comenzar es en conocer a Dios, decir con Pablo que nada me podrá separar de los propósitos de Dios, que a pesar de mis traumas, de mis fracasos, de mi egocentrismo Dios me ama y que puedo disfrutar de Su perdón y de la restauración que sólo El puede lograr en mi.

¡Mírate a tí mismo de la manera cómo Dios te ve, deja que Dios te sorprenda hoy!

Salmo 139: 13-14, “13Tú, Señor, diste forma a mis entrañas; ¡tú me formaste en el vientre de mi madre! Te alabo porque tus obras son formidables, porque todo lo que haces es maravilloso. ¡De esto estoy plenamente convencido!

1 Cor. 2:9, “Como está escrito: «Las cosas que ningún ojo vio, ni ningún oído escuchó, ni han penetrado en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman.»”

Fui liberado para servir a Dios cuando con la ayuda de consejería cristiana, pude identificar tantos traumas que se clavaron en mi alma mientras crecía como niño y adolecente y pude concientemente llevarlos a la Cruz y dejarlos allí.

Cristo en la Cruz llevó mis traumas, tus traumas, tus heridas, tus pecados y ahora somos libres de toda esa influencia, somos Su especial tesoro, somos amados, somos preciosos en Él.

Porque de tal manera hemos sido amados por Dios que envió a Su hijo al mundo para que todo aquel que en Él crea, no se pierda, no pierda la oportunidad de vivir una vida abundante, sea fructífero y tenga vida eterna. Juan 3:16.

Señor, soy conciente que que mi mayor obstáculo es la manera cómo me veo, quita todo egocentrismo, que mi vida está centrada en conocerte y servite en un mundo necesitado. Amén.

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