Es Tiempo de Conectar, marzo 06
La intercesión de Ester
Asuero era un poderoso rey de Persia que vivió más de 400 años antes de Cristo. Dominó todo el Medio Oriente desde la India hasta Etiopía. Estaba casado con la reina Vasti pero en una ocasión, cuando la mandó a llamar, ésta en rebeldía se negó a ir dando así mal ejemplo a todo el pueblo. Entonces, el rey que sabía que la rebelión es contagiosa, destituyó del cargo a Vasti, la repudió y decidió buscar otra esposa entre las vírgenes de su reino.
Por ese tiempo vivía allí un judío de nombre Mardoqueo, quien había adoptado a una prima suya huérfana, llamada Ester, quien fue llevada junto a muchas otras jóvenes al palacio del rey. Durante un tiempo, fue preparada para la tarea de competir para reemplazar a la Reina Vasti, fue embellecida y siguiendo siempre las indicaciones de Mardoqueo (especialmente la de no decir que era judía) fue escogida como reina.
Mientras tanto, Amán, capitán de los príncipes, se molestó cuando Mardoqueo se negó a postrarse delante de él. Al investigar Amán, encontró que éste era judío así que decidió matar a todos los judíos para vengarse. Mardoqueo se enteró de los planes de ese mal hombre y pidió a Ester que intercediera por Israel, dada su posición privilegiada frente al rey pero las costumbres de la época prohibían que ninguna persona, ni siquiera una reina, iniciara una conversación con el rey. Uno solo hablaba con el rey cuando éste se dirigía a uno. La pena por violar este principio era la muerte.
Cuando Ester recibe la petición de Mardoqueo, ella duda y teme, pero con sabiduría, Mardoqueo le dice que el destino de los demás judíos será el suyo:
“Mardoqueo le envió la siguiente respuesta a Ester: «No te creas que por estar en el palacio escaparás cuando todos los demás judíos sean asesinados. Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?».» Ester 4:13
Ante esta declaración, Ester decidió arriesgar su vida, pidió apoyo de oración, proclamó ayuno y entró a ver al rey quien respondió favorablemente y ejecutó al malvado Amán en la misma horca donde pretendía colgar a Mardoqueo y por si fuera poco, ajustó las leyes de los medas y los persas dando una ley mayor que salvó a los judíos.
Qué gran ejemplo de intercesión… Primeramente el rey Asuero, quien políticamente era omnipotente en su reino, representa a Dios. Él destituye a la reina Vasti porque Dios apaga todo intento de rebelión en su reino para que este no corra y se propague.
Recuerda: «Los rebeldes nunca permanecerán delante del Señor, ni serán enaltecidos.»
Amán, con su odio hacia el pueblo de Dios y su necesidad de que le rindieran culto, representa a Satanás quien siempre anda buscando robar, matar y destruir.
Al final termina honrando a Mardoqueo y muriendo en la misma horca que preparó para él.
Ester simboliza a la iglesia, la que intercede delante de Dios, la que presenta en oración a otras personas.
De Ester aprendo que la historia de una nación está en manos de los intercesores. Nuestras naciones enfrentan desafíos inmensos teniendo gobernantes que a lo malo le dicen bueno y a lo bueno le dicen malo. Gobernantes como Amán que buscan crédito y reconocimiento.
Mardoqueo representa al Espíritu Santo, nuestro tutor, aquel que nos ha adoptado, que nos da la estrategia para agradar al Rey, aquel que nos da el consejo para obtener sus favores y entrar a Su presencia. El que nos comunica la voluntad de Dios sobre cada asunto en particular.
Al igual que a Ester, hoy Dios te dice que si no intercedes por tus hermanos, otros tomarán tu lugar y respiro y liberación vendrá de algún otro lado.
Ester, estaba dispuesta a obedecer a pesar de los riesgos personales y sus armas fueron las espirituales: la oración y el ayuno.
Ester 8:3 “Luego Ester volvió a interceder ante el rey. Se echó a sus pies y, con lágrimas en los ojos, le suplicó que pusiera fin al malvado plan que Amán el agagueo había maquinado contra los judíos.”
Con tu oración, tú puedes hacer que las circunstancias cambien y que Dios mueva todo a tu favor. Cuando Ester se acercó al trono del Rey, ella fue bienvenida en base a la relación de amor que tenía con él.
Nosotros tenemos libre acceso a Su presencia gracias a Jesucristo pero también a nuestro grado de intimidad con Él.
Notemos que a pesar de que la intercesión obró, no por ello dejó de haber guerra y es que la guerra es buena si uno gana y vence al mal y así el pueblo de Dios tuvo una gran victoria.
Esto hizo que el nombre de Mardoqueo se hiciera cada vez más grande porque Él iba al frente de los escuadrones… Así funciona la intercesión.
Da gloria a Dios y el mismo Espíritu Santo saldrá al frente de nuestros escuadrones.
Hebreos 7:25 “Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.”
Tu intercesión trae salvación.
Tu intercesión mueve el favor de Dios.
Tu intercesión llega al cielo y Dios hace el milagro.
La intercesión revierte las cosas y lo que el enemigo pretende obrar para mal, el Señor lo cambia para bien.
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