Es Tiempo de Conectar, noviembre 06
Dos sendas
Albert Einstein una vez dijo, “Solo hay dos maneras de vivir la vida. Una es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro”.
Jesús dijo en Mateo 7:13-14,
»Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la destrucción. Mucha gente toma ese camino. En cambio, la puerta que lleva a la verdadera vida es muy angosta, el camino muy duro y solo unos pocos lo encuentran.
¿Qué quiso decir Jesús con la puerta estrecha?
La puerta estrecha es aquella que al pasar por ella se requiere de un esfuerzo, de enfoque, de cuidado. La puerta estrecha requiere abnegación que lleva a una vida abundante, lleva a un lugar de promesa.
Podríamos decir que Jesús es esa puerta estrecha.
“»Les digo la verdad: cuando alguien entra al corral de las ovejas debe hacerlo por la puerta. El que salta y entra por otro lado es un ladrón y un bandido. Pero el pastor que cuida las ovejas entra por la puerta del corral.” Juan 10:1-2.
“Jesús les dijo otra vez: «Les digo la verdad, yo soy la puerta por la que pasa el rebaño.” Juan 10: 7
Cuando nos llegan las tormentas, cuando somos presionados por las circunstancias es cuando se sabe quién eres, la manera cómo respondes a los ataques, a la escasez, a las tentaciones.
Jesús describe el camino de la vida como un camino que también requiere esfuerzo y enfoque. Es como entrar al ejército de cualquier país donde es obligatoria una forma de vida y del cual haces parte del propósito de la nación ya sea defendiendo contra enemigo externos o internos.
Por eso Pablo nos insta a estar en modo ejército en Efesios 6:11-13,
“Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios.
Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo.
Por esa razón, vístanse con toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir.”
Es más difícil pasar por una puerta estrecha que por una ancha, y solo unas pocas personas pueden pasar por una puerta estrecha a la vez.
Jesús estaba describiendo el camino a la vida —la vida verdadera y eterna— como algo que requiere esfuerzo y concentración para entrar .
¿Has llegado a estar en una situación donde sabes hacer lo correcto pero que también eres consciente de que hacer lo correcto no es fácil de hacer?
Todos somos tentados a escoger la salida fácil.
No fue así con Jesús quien en la agonía de elegir ir a la cruz, el sacrificio, el costo y el sufrimiento que le esperaba, no escogió la puerta ancha, la salida fácil, sino que oró al Padre diciendo,
“«Padre, líbrame de esta copa, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Entonces apareció un ángel del cielo que fue enviado para darle fuerzas. Él estaba sufriendo mucho y oraba con fervor. El sudor era como gotas de sangre que caían al suelo.” Lucas 22:42-44.
Entrar por la puerta estrecha que conduce a la vida, es cuando tomamos decisiones correctas y difíciles frente a la tentación, los deseos de la carne, o la tentación de engañar y decir lo que no es correcto, o como decimos en nuestro país, tirarnos una cana al aire, no sólo te estás afectando a ti sino que estás afectando tu legado.
El mundo siempre va a estar ahí, apelando a nuestros sentidos, atrayéndonos al pecado y por lo general siempre habrá a nuestro alrededor esas personas a quien va a impactar nuestras decisiones equivocadas.
Jesús dijo claramente que la puerta ancha lleva a la destrucción. La destrucción familiar, destrucción económica, destrucción eterna…destrucción.
Hace aproximadamente doce años unos constructores afamados de mi ciudad decidieron darle prioridad a su codicia, a ganar lo que más pudieran al no usar los materiales correctos en la construcción de edificios de apartamentos.
Creyeron que no iban a haber consecuencias y cada edificio se fue desmoronando poco a poco y fue desnudada su codicia. Las familias que invirtieron los ahorros de sus vidas lo perdieron todo, algunos perdieron sus vidas y los constructores quedaron vedados de por vida.
Entraron por la puerta ancha que llevó a los constructores y a los que les compraron a la destrucción.
¿Por cual puerta vas a entrar hoy? ¿La de la salida fácil? Recuerda que somos parte del ejército de Dios.
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