Es Tiempo de Conectar, noviembre 07

»Por lo tanto, quien oiga mis enseñanzas y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Llovió fuerte, los ríos crecieron, los vientos soplaron y golpearon contra aquella casa. Sin embargo, la casa no se cayó porque estaba construida sobre la roca.

Pero el que oiga mis palabras y no las ponga en práctica, será como el insensato que construyó su casa sobre arena. Llovió fuerte, los ríos crecieron, los vientos soplaron y golpearon contra la casa. La casa se derrumbó y fue todo un desastre».” Mateo 7:24-27.

Hablando de tormentas, oramos por las personas que están sufriendo y la crisis que está atravesando la región de Valencia en España con las inundaciones provocadas por el fenómeno meteorológico llamado ADA que han dejado destrucción y muerte.

Todos sin excepción tenemos la capacidad de construir, una familia, el futuro profesional, una empresa, una comunidad cristiana, relaciones interpersonales, etc. y Jesús nos habla de dos tipos de personas, una prudente y la otra insensata así como de dos tipos de fundamentos, uno firme y otro no.

¿Qué significa ser una persona prudente?

Dice el diccionario que una persona prudente es una que actúa con moderación y cautela. Es sensato, juicioso, cauteloso, precavido, reflexivo, razonable, comedido, discreto, moderado.

¿Por qué es importante ser prudente?

La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y conductas, es actuar con conciencia de las consecuencias del comportamiento.

Ninguna persona nace aprendida y a lo largo de la vida y con imprudencias y falta de tacto es que aprendemos a ser más cuidadosos de lo que hacemos o decimos.

Jesús quiere que aprendamos el valor de la prudencia pero va más allá y nos amonesta a que tengamos cuidado con qué tipo de fundamento construimos nuestras vidas.

“quien oiga mis enseñanzas y las ponga en práctica, será como el hombre prudente”

El primer paso es escuchar, poner atención a Sus Palabras, implementar el hábito de leer las Escrituras, separar tiempo, acortar el tiempo que pasas en Instagram, TikTok, Facebook, viendo historias que poco edifican, usar parte de ese tiempo en leer un capítulo de los Evangelios, implementar un hábito sano como elevar oración a Dios.

Siempre que recomiendo una comunidad cristiana a alguien, les digo, vayan a uabc comunidad donde enseñen la Biblia, la Palabra de Dios.

Y si Jesús nos llama a perdonar o a obedecer algo, hacer lo que nos solicita.

Un fundamento puede ser frágil o puede ser firme, sólido. Escuchar a Dios y obedecer es construir sobre terreno firme, van a venir las tormentas de la vida y van a sacudir lo que construímos y se verá si fue sobre terreno firme o no.

“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.” 1 Cor. 3: 11-13.

Fui empresario por 19 años y construí de la nada una empresa que prosperó pero que creció con mucha deuda, y cuando llegó a mi país una crisis económica sin precedentes, esta empresa se tuvo que replantear y decidimos con mi esposa, disminuir el tamaño y eventualmente cerrarla. Esta empresa que nos esforzamos en construir tanto tiempo no aguantó las tormentas que llegaron y ahora no existe. Lo que sí permanece es el llamado de Dios, la experiencia acumulada, las lecciones de vida y las relaciones que se formaron y nos apoyamos en Romanos 8:28 que dice,

“Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.”

Desde 1999, servimos en Conectar Global de tiempo completo dirigiendo un gran equipo humano y tocando muchas vidas con el poder del Evangelio.

Digámosle a DIos que nos ayude a ser personas prudentes, que nuestras vidas inspiren a otros, que pongamos fundamentos fuertes, que nos dé amor por la Palabra, que nos ayude no sólo a escuchar sino a poner en práctica lo que escuchamos y que al tener bases fuertes podamos construir proyectos de vida que aguantan las tormentas.

Conocer a Jesús es la mayor fortuna, ayúdanos a estar siempre en tu Palabra y a obedecerla. Amén.

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