Es Tiempo de Conectar, abril 10
La Paz de Dios
Existen días en que nos sentimos desconsolados y necesitamos que el dulce Consolador venga sobre nosotros y nos traiga paz.
No te angusties ni tengas miedo de escuchar lo peor del médico, o lo peor de cualquier situación, este es un día para recordar que en Dios hay PAZ.
Filipenses 4:6-7 NTV,
«No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.
Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.”
No te preocupes por nada, en cambio ora por todo, haz una transferencia de nuestras preocupaciones diarias por la paz de Dios. En otras palabras, “preocúpate menos y ora más.”
La Escritura nos anima a que sean conocidas nuestras peticiones y nuestras preocupaciones delante de Dios, con toda oración y ruego. Aun cuando no encuentres motivos para darle gracias a Dios, ten la convicción que «todo sucede por algo en esta vida» y que a los que le amamos «todo nos ayuda a bien.»
Todos anhelamos la paz, pero la buscamos de diferentes maneras. Algunos se apartan de personas que los perturban para tratar de encontrar la paz, pero se dan con la sorpresa que siguen perturbados en su corazón y esto es porque pueden separarse de todos, menos de sí mismos.
Jesús dijo en Juan 14:27, “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.”
La paz que ofrece el mundo es temporal y engañosa porque nos puede hacer creer que estamos bien, cuando no es así. Cuando perdemos la paz, nos estresamos, nos enfermamos, no dormimos, empezamos a ponernos nerviosos y nos alteramos, pero la paz verdadera se obtiene cuando estamos en paz con Dios, cuando nos reconciliamos con Él por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz.
Colosenses 1:20, “Y por medio de Jesús reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
Romanos 5:1, “Justificados por la fe tenemos paz para con Dios.”
Job es un buen ejemplo de un hombre que halló paz en medio de la tormenta, un día lo tenía todo y al día siguiente no tenía nada.
Job 22:21, «Vuelve ahora en amistad con Él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.»
A Dios se le conoce como el Príncipe de Paz y tener amistad con el Espíritu Santo hará que vivas en continua paz. Nada ni nadie podrá hacerte frente, sino que estarás tranquilo porque sabes en quién has puesto tu confianza.
Puedes estar tranquilo porque saldrás bien de todo juicio y puedes descansar en tu mejor amigo, el Espíritu Santo, que nunca te dejará.
Es un lindo intercambio de nuestras cargas por Su paz que sobrepasa todo entendimiento.
Nos van a creer cuando vean que, a pesar de todo lo que nos pueda suceder, tenemos PAZ pues Dios está en control de todos nuestros asuntos.
Ten Paz, que tu Padre, quien es el dueño del oro y de la plata, hará que nada te falte. Ten Paz que estás sano en el nombre de Jesús.
Isaías 53:4-5 nos dice que, «El castigo de nuestra paz fue sobre Él y por su llaga fuimos nosotros curados.»
Dios quiere que hoy vayamos a Su presencia como niños, que corramos a Papá Dios
para que sea Él quien nos llene de Su paz.
La Paz de Dios esté contigo.
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