Es Tiempo de Conectar, diciembre 11

Fe más Enfoque

“Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro.” 1 Pedro 1:7

La fe nace y se alimenta de la Palabra de Dios y es el ingrediente más importante en nuestra vida espiritual, la fe es la que nos mantiene firmes en medio de las pruebas y tribulaciones.

Tu nivel de fe va a depender del tiempo que pasas a solas con Jesús y con Su Palabra.

Mateo 17:20, “Ustedes no tienen la fe suficiente, les dijo Jesús. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.”

Muchos quieren tener fe para mover montañas pero no se disponen a leer ni un capítulo de la Biblia cada día.

Si quieres tener esta clase de fe, una fe sobrenatural, entonces empieza por leer, meditar y escuchar a Dios por medio de su Palabra. Es necesario robustecer la fe, nutrirla cada día.

La Palabra de Dios es la fuente de la fe, puedes estar lleno de religiosidad sin tener fe.

La fe no es otra cosa que nuestra confianza en que Dios tiene control de todos mis asuntos. El diablo va a querer derribar tu confianza en Dios y en su Palabra.
Permanecer enfocados significa ser consistentes, no desviar la mirada, no cambiar, permanecer firmes.

Los problemas y las aflicciones no van a faltar pero cuando llegan y te encuentran con fe vas a tener la fortaleza de permanecer enfocado(a).
En Efesios 6:13, Pablo nos dice,

“Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes.”

Debido a que luchamos todos los días con el mundo, el diablo y la carne, debemos estar lo suficientemente equipados para resistir, pero también debemos tener una buena artillería, las armas de ataque y así defendernos mejor.

La Biblia no es tan solo un libro histórico, lleno de versículos sino que es un libro que provee municiones que sirven no sólo para defendernos sino para atacar a nuestro enemigo y conquistar terreno.

El problema de muchos cristianos es que van a la guerra sin balas y por eso el enemigo muchas veces los hace salir corriendo. Debes aprender a saber cómo responder a un ataque, debes saber qué hacer en los momentos difíciles.

Por ejemplo cuando venga un problema, no te desanimes, sino al contrario, conviértete en un problema a tus problemas, desde ahora en adelante vas a saber responderle y vivir por encima de los problemas.

Ejemplo, vas al médico y te diagnostican con cáncer; en vez de ponerte a llorar e ir a hacer tu testamento, lo primero es ir a la Biblia, buscas en el internet todas las promesas sobre sanidad y empiezas a responderle a tu cáncer con la palabra de Dios. Si esa misma noche sientes dolor, en vez de decir me estoy muriendo, dices, por sus llagas he sido sanado, de acuerdo a Isaías 53.

Al día siguiente te levantas y sigues confesando Isaías 53, por sus llagas he sido sanado.

En la tarde, por sus llagas he sido sanado.
En la noche, por sus llagas he sido sanado.

A la siguiente semana sigues confesando, por sus llagas he sido sanado y te vas a dar cuenta que poco a poco te vas a empezar a sentir mejor, poco a poco te vas ir recuperando, hasta que llega el día en que vas a decir, ya no hay enfermedad, estoy completamente sano.

Lo mismo con las finanzas, igual con tu trabajo, tu familia, etc.
Escribe la Palabra en todas partes, medita en ella hasta que te quedes embarazado con esa Palabra, y la vas a confesar de día y de noche.

Una vez tengas la artillería lista, una vez tengas la Palabra interiorizada, tienes qué prepararte para que esa Palabra pase por una prueba.

Por ejemplo, si estás pasando por un momento de crisis financiera y la promesa es que Dios te ha dado el poder para hacer riquezas pero la realidad es que tu billetera sigue vacía tienes 2 opciones:

Ver tu billetera y no creer en la Palabra de provisión y aceptar que estás quebrado, que naciste pobre y que vas a morir pobre o al ver tu billetera vacía, decir que no le crees a las circunstancias, que más bien le crees a la Palabra de Dios y que en el nombre de Jesús serás bendecido y que Dios te ha dado el poder para hacer las riquezas.

La fe no funciona sin perseverancia. La fe que alcanza lo imposible, la fe de milagros es consistente.

Dios no necesita dinero, ni recursos, ni una profesión para bendecirte, Dios necesita tu fe.

Santiago 1: 2-4

Señor Jesús en este tiempo de navidad te doy gracias por las pruebas que purifican mi fe, abrazo tus promesas de provisión y de bienestar. Amén.

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