
Es Tiempo de Conectar, febrero 11
Dios No Se Olvida
“Jonatán hizo un pacto con David, porque lo quería como a sí mismo.” 1 Samuel 18: 3
David estaba siendo perseguido injustamente por el rey Saúl porque le tenía envidia y porque sabía que David había sido ungido para sucederle y era cuestión de tiempo para que esto ocurriera pero como David contaba con el favor de Jonatán, hijo de Saúl, éste le protegió porque lo amaba.
David y Jonatán hicieron un pacto de amistad y lealtad. Jonatán creyó en las promesas de Dios para David pero no se salió del liderazgo tóxico de su padre, algo que le costó su propia vida.
Al cabo de los años, ya siendo David rey, ocurre la siguiente historia:
“El rey David averiguó si había alguien de la familia de Saúl a quien pudiera beneficiar en
memoria de Jonatán, y como la familia de Saúl había tenido un administrador que se llamaba Siba, mandaron a llamarlo. Cuando Siba se presentó ante David, éste le preguntó: ¿Tú eres Siba? A las órdenes de Su Majestad, respondió.
¿No queda nadie de la familia de Saúl a quien yo pueda beneficiar en el nombre de Dios? volvió a preguntar el rey. Sí, Su Majestad. Todavía le queda a Jonatán un hijo que está tullido de ambos pies, le respondió Siba. ¿Y dónde está? En Lo Debar; vive en casa de Maquir hijo de Amiel.
Entonces el rey David mandó a buscarlo a casa de Maquir hijo de Amiel, en Lo Debar. Cuando Mefiboset, que era hijo de Jonatán y nieto de Saúl, estuvo en presencia de David, se inclinó ante él rostro en tierra. ¿Tú eres Mefiboset? le preguntó David. A las órdenes de Su Majestad, respondió.
No temas, pues en memoria de tu padre Jonatán he decidido beneficiarte. Voy a devolverte todas las tierras que pertenecían a tu abuelo Saúl, y de ahora en adelante te sentarás a mi mesa.” 2 Samuel 9:1-9
Tenemos muchas lecciones para aprender y una de ellas es que Dios no olvida.
En algún momento de mi jornada espiritual a lo largo de los años he tenido qué apropiarme de la promesa en Hebreos 6:10:
‘Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que en su nombre ustedes han demostrado sirviendo a los creyentes, como lo siguen haciendo.”
¿Dónde se encontraba Mefiboset, el hijo de su gran amigo Jonatán? En Lo Debar que en hebreo significa, lugar de desolación o sea que a pesar de tener sangre real, vivía en un lugar de pobreza, fracaso, depresión y soledad.
Quizá al igual que Mefiboset, también estás pasando por momentos difíciles de desolación debido a alguna enfermedad, o de soledad por la pérdida de un ser querido, una vida marcada por fracasos y crees que es hora de conformarte pero Dios quiere que sepas que ha llegado tu hora del favor de Dios.
Alza tus ojos y cree que tu tiempo de restauración ha llegado! ¡Jesús vino para salvar y sanar! Lucas 19:10.
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