Devocional diario junio 13
El pozo es la plataforma de lanzamiento para tus sueños
José soñó con un palacio, pero terminó en un pozo, muchas veces nosotros tenemos grandes sueños y planes con nuestras vidas pero en vez de terminar en el palacio como José el patriarca terminamos en un pozo.
Génesis 37:24
“Lo agarraron y lo echaron en una cisterna (pozo) que estaba vacía y seca.” El pozo es el lugar donde nuestros sueños son probados.
No hay atajos hacia el palacio: No importa cuán talentoso seas, todo soñador pasa una temporada en el pozo antes de llegar al palacio.
Muéstrame a alguien que ha cumplido grandes sueños y yo te voy a mostrar a un sobreviviente de pozos. Los caminos sin pozos no llevan a ninguna parte.
Tu nunca llegarías a alcanzar tus sueños si Dios eliminara los pozos a lo largo del camino.
Los pozos son el lugar de entrenamiento para llegar al palacio.
Los pozos forman nuestro carácter, estiran nuestra fe, pero sobre todo nos ayudan a aprender a depender de Dios. Cuando nuestras fuerzas no alcanzan, comienzan las de Dios. Fue en el pozo donde José el patriarca entendió que el Dios que le había dado los sueños era el único que lo podía ayudar a cumplir sus sueños.
Génesis 37:25-26
“Luego se sentaron a comer. En eso, al levantar la vista, divisaron una caravana de ismaelitas que venía de Galaad. Sus camellos estaban cargados de perfumes, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto. Entonces Judá les propuso a sus hermanos: ¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte?”
El nombre Judá significa “alabanza” y no te parece asombroso ¿que fuera Judá el que sacara a José del pozo? La alabanza no sólo te va a ayudar a soportar el pozo, sino que además te va ayudar a salir de él.
Los hermanos de José querían matarlo, pero Judá (Alabanza) lo mantuvo vivo. La alabanza no sólo mantuvo vivo a José, mantuvo vivo sus sueños.
Tu nunca vas a conocer el poder de la alabanza hasta que no te atreves a alabar a Dios en el pozo. El pozo es un lugar de paso, no un lugar de residencia.
El pozo es parte del proceso, pero no es tu destino final.
Nunca permitas que una circunstancia temporal se convierta en una situación permanente. Muchas veces es tu actitud la que determina cuanto tiempo pasas en el pozo.
El pozo no cambio los sueños de José, el pozo cambio a José.
José estuvo en el pozo, pero sus sueños siempre mantuvieron en el palacio.
José estuvo en la prisión, pero sus sueños siempre estuvieron libres.
No te acomodes al pozo, porque tu destino está en el palacio.
Muchas personas han pasado tanto tiempo en el pozo que piensan que el pozo es su destino.
Aunque José estuvo en el pozo, el pozo nunca estuvo en José.
Pero mira lo que el Señor te dice en el Salmos 37: 24,23: “Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y el Señor se deleita en su camino. Cuando caiga, no quedará derribado, porque el Señor sostiene su mano.”
No te vas a quedar derribado, porque aún en el pozo, Dios sostiene tu mano.
Salmo 40:1-2
“Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca y me plantó en terreno firme.”
José nunca perdió la esperanza; a pesar de los problemas, pruebas y adversidades, no pierdas la esperanza.
El salmista dice que, en tiempo de adversidad, en Él puso toda su esperanza; Dios lo sacó del pozo de la muerte, lo colocó sobre la roca y lo plantó en un terreno firme. La esperanza no solo te da alas para salir del pozo sino además te posiciona en el lugar correcto para cumplir tus sueños.
Salmos 33:20
“Nosotros ponemos nuestra esperanza en el Señor; él es nuestra ayuda y nuestro escudo.”