Es Tiempo de Conectar, febrero 13
Ora tu promesa
1 Corintios 1:20 “Porque todas las promesas de Dios son en Él Sí, y en Él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.”
La Biblia NO nos dice, algunas promesas, sino que TODAS en Él son Sí y Amén. Dios es un dador de promesas pero también es un cumplidor de promesas.
Hay un componente indispensable si nosotros queremos alcanzar nuestras promesas y ese componente eres tú.
Pablo les dice a los Corintios que la promesas de Dios son en Él, Sí y en Él, Amén. Es decir que, de que se cumplen… se cumplen pero luego añade que se cumplen por medio de nosotros.
Las promesas de Dios se cumplen a través tuyo. Es decir, hay una parte que nos toca hacer a nosotros si queremos alcanzar las promesas de Dios. Él nos ha dado promesas a todos pero no todos alcanzamos esas promesas, porque no todos estamos dispuestos a colaborar con Dios para el cumplimiento de ellas.
¿Cuál es nuestra parte en el plan de Dios?
1 Crónicas 17:23, «Y ahora, Señor, yo soy tu siervo; haz lo que prometiste respecto a mí y a mi familia. Que sea una promesa que dure para siempre.»
David fue un hombre que aprendió a orar adecuadamente.
La oración es algo que nadie puede hacer por ti, tu familia va a conocer de Dios cuando seas tú el que ores la promesa y le digas a Dios: “Haz lo que me prometiste.”
Se va a cumplir el anhelo de tener nietos cuando ores tu promesa, y le digas a Dios: «Me dijiste que no habría estéril en mi casa.»
Vas a poder cancelar todas tus deudas cuando ores la promesa que Pablo le dio a Filemón, un personaje del Nuevo Testamento: «Si algo te debe, ponlo a mi cuenta y Jesús se encargará de pagar.»
Las promesas son como una herencia que recibimos pero que es necesario que alguien las reclame.
Puedes tener un diagnóstico que dice que estás enfermo pero si tienes una promesa, puedes creer más a la promesa de Dios que a lo que dicen los médicos.
Puedes ver cómo tu familia está dividida, pero si tienes una promesa de Dios, todos estarán sentados a la mesa compartiendo juntos y en armonía.
2 Crónicas 6:17 «Ahora, oh Señor , Dios de Israel, cumple esta promesa que le hiciste a tu siervo David.»
Dios sí cumple lo que promete, todo lo que dijo… LO HARÁ, todo lo que habló… LO EJECUTARÁ. Aún cuando no lo veas, cree en la promesa y ya te pertenece!
Ora tu promesa.
Daniel 9:4, «Oré al Señor mi Dios y le confesé: «¡Oh Señor , tú eres un Dios grande y temible! Siempre cumples tu pacto y tus promesas de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos.»
Engrandece a tu Dios, engrandece sus promesas y te darás cuenta cómo tus problemas se minimizan cuando maximizas a Dios en tu vida.
Daniel, un gran hombre de Dios, oró, declaró y creyó… «Tú cumples lo que prometes.»
¿Qué demanda Dios de ti? Obediencia; que lo ames con todo tu corazón y que tengas FE.
Hebreos 11:33, «Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones.»
Ten Fe en la promesa porque solo así podrás recibir todo lo que Dios te ha prometido. La fe es el vehículo que te lleva de camino a tu promesa pues con fe y con paciencia, se heredan las promesas.
Hebreos 10:36, «Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.»
Tu fe no debe faltar, entonces y sólo entonces recibirás TODO, no una parte sino TODO lo que Él ha prometido para ti.
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