Es Tiempo de Conectar, agosto 14
El gozo de Dios
El plan de Dios nunca fue que sufriéramos, sino que disfrutáramos de la creación en amistad con Él. El gozo es la alegría que anhelamos y buscamos, y que sólo podremos encontrar en Dios.
Sin comunión con Dios y encontrándose fuera del paraíso, el hombre desesperadamente trató de encontrar momentos de felicidad, sin embargo lo hizo independientemente de Dios.
Instantes de alegría, pero alejado de él; y cuando algo parecía darle la dicha que tanto buscaba, muchas veces hacía de ello su propio dios.
Romanos 14:17 dice:
“Pues el reino de Dios no se trata de lo que comemos o bebemos, sino de llevar una vida de bondad, paz y alegría en el Espíritu Santo.”
¿Dónde encontramos la alegría? En la amistad con el Espíritu Santo. El gozo es uno de los frutos del Espíritu Santo, y una de las evidencias de nuestra relación con el Señor.
La depresión no debe ser lo común en tu vida y solo se nos está permitida una tristeza según la Biblia.
2 Corintios 7:10 dice:
“Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, al cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual.”
Hay una tristeza de la cual debemos arrepentirnos porque deja una semilla de muerte en nuestra vida.
¿Cuántas personas no saben acudir a Dios en su tristeza y terminan enloqueciendo, drogándose o quitándose la vida?
Cada vez que una persona desea morirse, es como si sacara a Dios de la ecuación, diciendo NO a Dios, porque Dios es la vida misma.
Juan 14:6 dice:
“…Yo soy el camino, la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mi.”
¿De quién reniegas cuando quieres morirte? de Dios. La depresión te debilita. Jesús nunca se deprimió, Él experimentó angustia, tuvo dolor, pero nunca se abandonó a ello y por eso nosotros, como sus discípulos, tampoco debemos hacerlo.
Nehemías 8:10 dice: “¡No se desalienten ni entristezcan, porque el gozo del Señor es su fuerza!».”
El diablo busca siempre robarnos el gozo.
El gozo es la evidencia de nuestra fe y de que Dios hará algo sobrenatural.
Si estamos enfermos y eso nos deprime puede significar que estamos poniendo nuestros ojos en la enfermedad, y no en Dios.
¿Sabías que Jesús fue el más alegre de todos los hombres?
Hebreos 1:8-9 dice:
“Pero al Hijo le dice: «Tu trono, oh Dios, permanece por siempre y para siempre. Tú gobiernas con cetro de justicia. Amas la justicia y odias la maldad. Por eso oh Dios —tu Dios— te ha ungido derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro.”
Jesús, quien vive en tu corazón, recibió una unción de alegría. Es necesario que permitamos que Él viva su vida en nosotros. Mientras en la cruz Jesús sufría por nuestros pecados, la alegría lo sostuvo porque Él se gozaba en su espíritu viendo con los ojos de la fe el fruto de su aflicción.
Hebreos 12:2
“Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ésta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.“
2 Corintios 6:10 dice:
“Hay dolor en nuestro corazón, pero siempre tenemos alegría. Somos pobres, pero damos riquezas espirituales a otros. No poseemos nada, y sin embargo, lo tenemos todo.”
Donde hay alegría está el Espíritu Santo.
Hechos 13:52 “Y los creyentes se llenaron de alegría y del Espíritu Santo.”
La historia nos dice que el emperador romano Calígula perseguía a los cristianos y los martirizaba en el Coliseo Romano haciendo que los devoraran todo tipo de fieras. Calígula descendía una y otra vez a la arena donde yacían los cuerpos desgarrados, llevando en su mano una antorcha y con ella iluminaba los rostros de aquellos mártires, porque le sorprendía que todos sin excepción hubieran muerto con una sonrisa. Ellos como Jesús habían puesto el gozo por delante.
Cuando te deprimes apagas al Espíritu Santo y quedas a merced de tu enemigo. El rey David nos enseña que el gozo es una decisión que tomamos luego de estar agradecidos en la presencia de Dios.
Salmo 9:2 dice:
“Gracias a ti, estaré lleno de alegría; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo.”
Si estamos pasando problemas, alegrémonos con la confianza de que Dios nos librará de todos ellos. Si estamos padeciendo una enfermedad, alegrémonos imaginando el momento en que recibimos el milagro esperado, nos alegramos aún cuando no obtengamos la respuesta, porque en Dios está nuestra riqueza.
1 Tesalonicenses 5:16 “Estén siempre alegres.”
Filipenses 4:4 “Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!”
Pablo dijo en 2 Corintios 7:4 “Tienen toda mi confianza, y estoy muy orgulloso de ustedes. Me han alentado en gran manera y me han hecho feliz a pesar de todas nuestras dificultades.“
Pablo permitía que la fuente del gozo siempre estuviera presente en su vida. Así que aun si no crees tener de qué gozarte, gózate con aquellos que se gozan.
2 Corintios 7:13 “Esto nos ha alentado en gran manera. Además de nuestro propio aliento, nos deleitamos particularmente al ver lo feliz que estaba Tito por la manera en que todos ustedes lo recibieron y lo tranquilizaron.”
Alégrate por las bendiciones que Dios le da a otros y no permitas amargura en tu vida porque más pronto que tarde van a llegar a tu vida.
Maneras en que mantenemos el gozo.
1. El servicio a Dios es una fuente de gozo.
2. Su presencia nos llena de gozo.
3. Leer la Biblia nos da gozo
4. La obediencia trae gozo
5. Soportar las pruebas nos dará gozo
Cuando uno confía en el Señor podrán venir los problemas, pero los veremos tan sólo como ocasiones en las que Dios se va a glorificar.
Si esta reflexión ha hablado a tu vida, déjanos tu comentario, compártelo y suscríbete al canal. Dios te bendiga.