▷¡Dios quiere que Sueñes!!

Es Tiempo de Conectar, octubre 14

¡Dios quiere que Sueñes!!

Hermelina fue una mujer muy pobre, analfabeta, dejada por el marido, desplazada por la violencia, llena de niños, una de sus niñas con problemas mentales y además parapléjica y para acabar de ajustar Hermelina sufría de artritis trabajando lavando ropa con las manos durante los años 70 y 80.

Hermelina con toda razón era una mujer con profunda amargura en su alma por el sufrimiento que experimentaba en su vida.

Sin embargo esta mujer un día aceptó la invitación de ir a una iglesia cerca de su casa y allí pudo experimentar el gran amor de Dios y su vida sufrió una transformación tal y se enamoró tanto de Jesús que hasta aprendió en su edad adulta a leer en una Biblia de letras grandes.

No importa donde te encuentres ni las situaciones que estés pasando, sugiero que escribas tus sueños y dónde te quieres ver en un año, tres y cinco y no le creas a las circunstancias sino creerle al Dios de imposibles.

Nehemías a pesar de vivir muy lejos, soñó con ver la identidad de Israel restaurada.
Moisés estando en el desierto soñó con ver a Israel tomando posesión de la Tierra Prometida.
El Patriarca José tuvo sueños de liderazgo que le costaron ser vendido por sus hermanos..
Jesús soñó con una humanidad libre del pecado y el precio que pagó fue con su vida.
Pablo soñó con plantar iglesias en lugares distantes entre los gentiles.
Abraham Lincoln soñó con la abolición de la esclavitud a pesar de sus muchos fracasos.
Simón Bolivar soñó con una América libre del yugo español.

Ya nos encontramos en la mitad del mes de octubre y se acerca el comienzo de un Nuevo Año y en Conectar Global nos empezamos a preguntar ¿qué cosas queremos soñar y lograr el Año Nuevo por medio del trabajo que hacemos?

Se nos ha dado la oportunidad de servir en el mundo digital en el cual no hay fronteras geográficas sino que son lingüísticas y el español es el tercer idioma más hablado del mundo después del inglés y el mandarin.

Dios ha abierto una gran puerta para nosotros poder impactar a personas del mundo hispano hablante; de verdad que Dios ha hecho mucho más de lo que hemos soñado o pedido en oración y estoy seguro que va a hacer aún más.

Qué tal el denuedo de Jesús al decir lo siguiente en Juan 14:12-14.

“Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre.
Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.
Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!”

¿Será cierto que si creemos haremos mayores cosas que Jesús?
¿Será cierto que podemos pedir cualquier cosa?
¿Pedir cualquier cosa en el Nombre de Jesús?

¿Sabes que el Nombre de Jesús es el Nombre que es sobre todo Nombre, que en el Nombre de Jesús hay poder, que si confesamos el Nombre de Jesús sobre cualquier circunstancia, cualquier enfermedad, cualquier problema y oposición, el Nombre de Jesùs por sí mismo tiene un gran poder?

“Agranda tu casa; construye una ampliación. Extiende tu hogar y no repares en gastos.
Pues pronto estarás llena a rebosar; tus descendientes ocuparán otras naciones
y repoblarán las ciudades en ruinas.” Isaías 54:2-3

Y si nosotros, como padres nos ponemos felices al ver que a nuestros hijos les va bien, con cuánta razón Dios, nuestro buen Padre Celestial se pone feliz al ver que sus hijos sueñan en grande.

Dios no quiere que solo honremos Su nombre, le obedezcamos, vivamos en su voluntad, sino que también Él quiere que nos apartemos con Él para desear y soñar como lo hizo Hermelina.

Francamente el cristianismo sería muy aburrido si Dios quien hizo nuestra capacidad de soñar no nos dejara un espacio para hacerlo y ver que se cumplen nuestros sueños.

En mi jornada de fe he observado a personas (Incluyéndome a mí) que en oportunidades han silenciado el don de soñar con Dios debido a un malentendido o porque las injusticias de otros estropean sus sueños, o porque creen que por causa del pecado Dios los castiga de tal forma que no pueden volver a soñar nunca más.

Si bien es cierto que Dios definitivamente tiene una voluntad para nuestras vidas, también anhela que soñemos para que Sus deseos se conviertan en los nuestros.

Imagínate cómo sería el mundo sin soñadores, de cuántos descubrimientos, inventos y creatividad nos hubiéramos perdido, quizás no tendríamos aviones, energía en nuestras casas, sin penicilina, no habría ido el hombre a la luna ni a marte.

Los grandes descubrimientos, invenciones y avances tecnológicos e industriales no se hubieran dado sin alguien haber soñado.

¿Cómo es soñar en Dios?

Hay un coro inspirado en el Salmo 37:4, que dice,

Oh oh ven, ven y deléitate en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.

Deleitarte en Él a tal grado, que todos tus asuntos pasan a segundo plano.

Nuestro buen Padre Celestial anhela que estemos tan encantados con Él, tan plenos en Él y nos deleitamos tanto en Él, que al final podemos amar y desear lo que Él ama.

¡Decide soñar, descansa en Él, que, si son correctos tus sueños, en su tiempo que es perfecto y a su manera que es la mejor, los cumplirá.

Recuerda, Dios está dispuesto a guiarnos a la plenitud de la vida abundante, tan solo haz de Él, tu principal alegría, motor y pasión de vida.

“En él se regocija nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre.” Salmo 33:21

¡Señor, seguiré soñando en imposibles, seguiré soñando en vencer obstáculos!

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